MUJER EN LA SIERRA Y EN LA HUASTECA / 228 — ojarasca Ojarasca
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MUJER EN LA SIERRA Y EN LA HUASTECA / 228

Diego Saydel García

Diego Saydel García, Radio Huayacocotla, 12 de marzo de 2016. Organizaciones y mujeres que en resistencia se congregaron aquí por el día internacional de la mujer y compartieron su lucha. Eran de la Unión Campesina Zapatista-Comité de Defensa Campesina, del municipio de Texcatepec, Veracruz; de la Organización de Mujeres Humberta Hernández Tovar, de la Cooperativa el Ocotenco de Zacacuautla, Acaxochitlán Hidalgo; acompañantes de parteras de la Huasteca, la Universidad Veracruzana, Universidad Veracruzana Intercultural, el Centro de Estudios de Género, la Red Unidos por los Derechos Humanos, el Comité de Derechos Humanos Sierra Norte de Veracruz, la radio comunitaria La Voz Campesina 105.5 F.M., y la banda de viento de mujeres de Carbonero Jacales, Veracruz.

 

Dicen las compañeras de la Organización de Mujeres “Humberta Hernández Tovar”: “En las Huastecas, la lucha de las mujeres ha estado presente en la defensa de las tierras. Hoy nos encontramos defendiendo las tierras colectivas de la comunidad del Limonar de Huautla, Hidalgo. Pertenecemos a la organización de mujeres Humberta Hernández Tovar de FDOMEZ (Frente Democrático Oriental de México Emiliano Zapata). Humberta fue defensora de campesinos y campesinas en la recuperación de nuestras tierras, fue perseguida y asesinada. Por ese motivo, nosotras escogimos su nombre para honrar la lucha de las mujeres. En nuestros pueblos hay injusticias. Los programas federales maltratan a las mujeres y dividen a nuestros pueblos.

”Denunciamos al programa Prospera (Programa de Inclusión Social). En el municipio de Benito Juárez, Veracruz, nos quieren obligar a realizar actividades, nos piden hacer morrales, entre otras cosas, y para el colmo, quieren que nosotras paguemos todo. Prospera no ayuda a las comunidades, las divide. Denunciamos el programa Fanar, porque nosotras defendemos la tierra colectiva. Al gobierno no le conviene que las comunidades estén organizadas, por eso manda ese programa para dividir”.

 

Dice de las Parteras en la Huasteca: “Yo vengo de Huautla, mi nombre es Irma y desde hace cinco años he acompañado a las parteras de los municipios de Huautla, Yahualica y Huejutla. Por esas tierras, el gobierno no está permitiendo que las parteras ejerzan la partería tradicional. Nuestras parteras son maltratadas y cooptadas por los centros de salud. Anteriormente eran las que traían a nuestros hijos a esta vida, ahora solamente acompañan a las embarazadas a sus citas con el médico, el gobierno está acabando con nuestro oficio, nuestro cuidado. Nuestras parteras tienen años de experiencia. Es muy bonito aprender de ellas, que nacieron con ese don, que lo aprendieron de nuestras abuelas; es un conocimiento que lleva muchos años en nuestros pueblos. Invito a toda la gente, a que levantemos la voz; no dejemos que el gobierno nos aplaste, defendamos a nuestras parteras. A las mujeres que luchamos por nuestros derechos nos detienen en los caminos. A mí, el gobierno con sus doctores me persigue para que no acompañe las parteras. El gobierno quiere acabar con nuestro trabajo pero en los centros de salud y en los hospitales no hay medicinas ni doctores. Esta es una lucha contra el sistema de salud, es para que respeten la decisión de las mujeres. Seguiré luchando codo a codo con nuestras parteras”.

 

La palabra de otra mujer: “Pertenezco a la UCZ-CDC (Unión Campesina Zapatista-Comité de Defensa Campesina), y la verdad compañeras, me gusta mucho luchar. Mi nombre es María Elena y soy de la comunidad de Pie de la Cuesta, del municipio ñühü de Texcatepec. En mi comunidad nos organizamos para exigir nuestros derechos. Nuestro municipio es pobre, hay mucha desnutrición, las carreteras están en pésimas condiciones, los centros de salud están abandonados, no hay médicos ni medicinas. Las mujeres tienen que viajar cuatro horas para acceder a un centro de salud. En ocasiones, las mujeres embarazadas tienen que aliviarse en los caminos.

”En la clínica de mi comunidad, el médico llega un martes y se va al otro día. La clínica se ha quedado sin médico por más de cuatro meses. A mi me querían planificar en contra de mi voluntad; el médico me quería obligar y yo soy una mujer que no me dejo, y le dije que no. El médico me dijo que nosotras las mujeres sólo servimos para tener hijos. Por todos estos motivos, le exigimos al gobierno que mire a los pueblos pobres de Texcatepec, que se ocupen en mejorar la atención médica, queremos una atención digna y de calidad. Al ayuntamiento le exigimos que vea por su gente, que mejore nuestra condición precaria. Somos mujeres que luchamos y seguiremos luchando”.

 

Toma la palabra la Cooperativa El Ocotenco. “Mi nombre es Filiberta Nevados Templos, pertenezco a la cooperativa El Ocotenco de Zacacuautla, Acaxochitlán Hidalgo. Venimos de un lugar con muchos árboles, y eso ha despertado intereses extractivistas.

”En El Ocotenco nos organizamos para defender nuestros bosques de la tala inmoderada. En un primer momento acudimos a instancias gubernamentales, y denunciábamos ante los policías la tala clandestina; y fue ahí que nos dimos cuenta que los taladores y el gobierno estaban en mutuo acuerdo. Al poco rato la tala ilegal se volvió legal. De esa manera iniciamos la defensa de nuestro monte. Nuestra lucha ha sido difícil, hemos llegado a tener 13 demandas en el Ministerio Público de Tulancingo, en tres ocasiones nos encarcelaron.

”En la defensa del bosque la mayoría somos mujeres. Los taladores contrataron un grupo de delincuentes denominados Los Negros; ellos roban animales, gallinas y el monte.

”A nosotras nos decían viejas changuneras, pinches viejas locas no tienen nada que hacer. En una ocasión, al no contar con el apoyo y al ver a muchos taladores con motosierras se nos ocurrió abrazarnos de los árboles, uno de ellos encendió la motosierra y nos dijo: pinches viejas si no se quitan les voy a cortar las patas. No nos quitamos, el talador no se atrevió a cortar pero sí nos pasaba la motosierra arriba de nuestras cabezas y nos decía: pinches viejas si no se largan les voy a cortar las cabezas. Nos mantuvimos firmes.

“Vinieron de gobernación, del municipio, a convencernos en abandonar nuestra lucha. No dejaremos solo a nuestro monte, les contestamos.

”Nada es fácil compañeras. Hay cosas que parecen imposibles, pero no. Una vez vimos salir un tráiler cargado de troncos, decidimos ir a donde estaban los taladores y les quemamos las motosierras. En otra ocasión igual vimos salir un tráiler cargado de troncos, decidimos ir de nueva cuenta, sólo que nos dijeron que estaba la policía estatal con ellos, así que agarramos palos para defendernos y bajamos corriendo, pero el tráiler ya había salido. Vimos otro tráiler con 111 trozos y la patrulla escoltándolos. Fue tan fuerte la imagen que fuimos a parar y a bajar a los policías de la patrulla y parar el tráiler. En la lucha no estamos solas, siempre hay compañeras y compañeros. Ser mujer en la Sierra y en la Huasteca, es ser mujer en lucha y resistencia”

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