EXIGENCIA
Raúl Gatica
Concédeme la paz, déjame.
Autoriza a quitarme el fuego de tu piel.
Deja de espantarme los colores de un carnaval.
Permíteme esconder y calentar las manos bajo esa falda,
y desabrochar el sostén bajo cualquier blusa púrpura.
Vete,
no estés aquí ni como recuerdo.
Llévate tu negra bufanda,
cuchillo de todas mis vertebras.
Vete y regálame la paz,
déjame dormir esta tarde,
sin que amanezca sitiado por el humo
de una ciudad que nunca despierta.