LA POESÍA EN LENGUAS ORIGINARIAS DE ESTOS TIEMPOS
Me pregunto: una tierra que tiene grandes poetas,
¿tiene el derecho de conquistar a otro Pueblo?
¿Es la ausencia de poesía suficiente razón para derrotarlos?
Mahmoud Darwish
Tonini-danu ku’va jin ñani, xixi jin xito; kuta’vi-ni a vaji-danu. No cometeré el error de hablar más sobre el pensamiento y la poesía de Nezahualcóyotl, porque eso ocurrió hace más de medio milenio, pero mentiría si digo que a pesar del tiempo están caducos, pues la verdadera poesía atraviesa épocas. Mi lengua y su historia, la de la Ñuu Savi, “El País de la Lluvia”, tuvo su desarrollo en el Anáhuac, por ello es imposible no reconocer aquellos tiempos.
Permítaseme hacer una breve reflexión sobre la poesía actual en lenguas originarias mexicanas. En términos generales, considero que se encuentra en una etapa de espera, restaurando sus alas en el cruce del camino; si decide tomar por el atajo de la posmodernidad le será dado el espectáculo; por otra parte, si decide dar una vuelta a la montaña y adentro de sí misma, tenderá a descolgarse por la liana para atravesar el río y llegar a la orilla.
Suponiendo que opta por este segundo camino, que es el más difícil −si de antemano se sabe que la liana va a resistir y conducirá a un lugar escampado−, será cualquier cosa, menos poesía. Así ha sido la gran escritura, la literatura jamás se ha preocupado por la liana porque de antemano sabe que se encuentra en la orilla, y cuando atraviesa el río, lo hace con el peso de la incertidumbre en su espalda, ya en la otra orilla, practica el canibalismo.
Si tomamos la década reciente de los 90 como fecha de inicio de este tipo de poesía —dentro de la cual intenta circunscribirse mi trabajo—, es poco el tiempo para hablar de una tradición o de florecimiento, porque éstos se construyen con la insistencia y el fracaso, en el atreverse, y con el juego, ya que el deseo de toda tradición es hablar y leerse por sí misma. No es la dulce voz que repite: ¡qué bonito!; por eso, ante esta situación, los poetas más avezados —especialmente en la llamada poesía mexicana— se preguntan: ¿y eso es poesía?
Basta entonces conocer el origen, las obras y el sitio de esta poesía dentro de la literatura mexicana, para comprobar su pie de barro; basta darse cuenta del desdén generalizado para corroborar su estadio; basta acercarse realmente a su etimología y decir onomatopéyico para corroborar si vive su raíz. Basta también su praxis y rememoria para intentar descifrarlo. Todo es incierto.
Pero el atrevimiento mayor de nosotros —incluyéndome en esta generación—, es intentar sacar la lengua de su estatus oral y comunitario; sin embargo, este atrevimiento pagará en solitario un enorme precio si no regresa a su origen y no es capaz de devolver una palabra a su comunidad; si no es capaz de regresar al surco, continuará vagando en cualquier esquina y escondiéndose en cualquier recoveco.
Así, este tipo de poesía rememora que dialogó con la naturaleza en el lejano Anáhuac, a la llegada de la apabullante Colonia, adquirió el virus. Por eso, hoy debe ser mucho más audaz y propositiva, tomar como base su lengua para buscar otra historia y desarrollar su cultura.
En el caso de mi lengua la tu’un savi (“palabra de la lluvia”) denomino su poesía tu’un yukun itu (“palabra del surco”) debido a que intenta asomar su rostro con pena; intenta mantener los oídos atentos a los murmullos milenarios y quizás puede llegar a ser sinfonía, si se acerca a la naturaleza en estos tiempos. Aquí, palabra del surco significa la esperanza y la tragedia, sembrar y trabajar con fuerza sin esperar un resultado inmediato, algo impredecible pero fruto del trabajo.
Con relación a la función de los poetas y de la poesía en lenguas originarias, considero que deben ser testigos, mantener atentos los sentidos y la razón, para poder expresar los estados de ánimo y crear palabras, además, deben ser conscientes de que las victorias son pírricas y que ninguna derrota es definitiva. Como toda poesía, no intenta ni puede resolver ningún conflicto humano, sea individual o de grupo, pero mientras no cause daño y sea honesta, o si algún momento nos recordase el ‘buenos días’, estará más que cumplido su papel.
Finalmente, toda poesía requiere aire fresco, la nuestra intenta serlo para la poesía mexicana en lengua predominante, espero entonces que sus tonalidades puedan transmitir un gemido y el público gire su cabeza en pleno concierto.
Quizás México no necesita a los poetas, como el retén tampoco necesita una lámpara para encontrar a su culpable, en cambio, sí necesita a la poesía, aquella que habla por sí misma y permanece danzando en la memoria.
Gracias a mis abuelos y a mis padres por haber conservado la lengua y transmitírmela; gracias a los niños y a las mujeres que intentan escribirla a pesar de toda marginación. La revitalización es un periodo largo y debe ser permanente desde cualquier espacio, esto lo sabían mis antepasados, por eso uno podría entrar a sus casas sin un recibo de pago.
Agradezco a todos ustedes su presencia, al jurado, a la gente que paga sus impuestos, gracias por abrir sus ojos a otros sentimientos; la naturaleza es sabia por la diversidad, lo que es único en el mundo, desaparece. México es un país privilegiado a nivel latinoamericano por ser el que cuenta con más lenguas originarias, ojalá podamos seguir escuchando la diversidad de voces, ojalá persista, a pesar del intento del imperio y la globalización por acallarla.
Ojalá continúe el murmullo del hombre perteneciente a la comunidad y que se hace grande cuando presta servicio hacia los demás, éste es el intento del tipo de poesía al que pertenezco y que lo hace diferente a la poesía occidental.
Ya’a kuvi tu’un jianini-ni, kuta’vi-ni nuun ntaka-danu.
Este es mi pensamiento, muchas gracias.
| Kalu Tatyisavi, poeta, escritor y crítico tu’un savi. Autor de Savi Iya Kvaa / Lluvia nocturna, Viko: Savi-tatyi-yu'va-kani / Fiesta de la lluvia, Kuiza Uvi Ve'i:1521 y Tzin Tzun Tzan. Escribe una columna para el Periódico de poesía. Este texto es su discurso de recepción del Premio Nezahualcóyotl 2012.