LA EXPROPIACIÓN DE LO COMÚN — ojarasca Ojarasca
Usted está aquí: Inicio / Artículo / LA EXPROPIACIÓN DE LO COMÚN

LA EXPROPIACIÓN DE LO COMÚN

Damián D. Martínez Vásquez

En los pueblos originarios están siendo irrumpidas sus formas de organización política y vida comunitaria por los diferentes partidos políticos. En todo momento hacen presencia en las comunidades para legitimarse como una forma de gobierno factible para los pueblos y demostrar que pueden hacer gestiones y trámites con el fin de obtener recursos para las obras y beneficios que las poblaciones requieren. Aprovechan la facilidad que tienen en los tramites burocráticos, que ellos mismos han creado, para resolver asuntos y necesidades de los pueblos.

Logran su cometido de gestión para el desarrollo y progreso de los pueblos, como lo denominan en sus discursos, y que básicamente se refiere a la obra publica: pavimentación de calles, techado y cercado de canchas, apertura y limpieza de caminos, alcantarillado y drenaje. Acciones que la gente pueda palpar y ver. En ámbitos culturales y educativos no se afianzan, saben que ahí no se generan ganancias ni hay posibilidad de hacer “transas”, como dicen en los pueblos. Además no quieren que la gente se prepare, se eduque y que sus acciones sean cuestionadas.

La manera en que desarrollan las obras rompe la estructura y organización comunitaria que por miles de años los pueblos han mantenido, como el tequio, un trabajo colectivo para el bien común que se ha ido empobreciendo por la forma de trabajo que implementan los partidos en las comunidades. Las obras que proponen no están consensuadas en asambleas ni son una necesidad colectiva. Presentan a un contratista o administrador que lleve el control de la construcción, lo que provoca que la población se sienta ajena a las obras porque no se trabaja en comunidad, no hay tequio. Irrumpen la continuidad de la vida colectiva y comunitaria y consiguen el encadenamiento de los pueblos, transformándose en sujetos dependientes e individualizados.

La mayoría de los trabajos y obras que se entregan se manejan como un apoyo del partido que gestiona los recursos, se lo adjudica, y con ello solicita el apoyo de los comuneros en las futuras elecciones. Es importante recalcar que las obras realizadas son producto de los impuestos de los pueblos, pero hay que agradecer a los partidos. Será en el sentido que realizan obras para devolver a la comunidad su aportación a la economía nacional, reintegrándola en obra. La inversión no debe condicionar los votos.


Las labores de convencimiento para las obras son promovidas por personas de las mismas comunidades que fungen como gestoras sin el respaldo de la comunidad porque actúan por interés propio, aunque no pertenezcan al cabildo. No son autoridades elegidas en asamblea comunal. Esas personas pueden tener la capacidad intelectual, pero no colectiva, para gestionar obras. Negocian con el Estado, se vinculan con los partidos políticos y les abren espacios para sus actos proselitistas, utilizan las obras como propaganda política, y comprometen a la comunidad sin su consentimiento. Son quienes acompañan e invitan a diputados y senadores a que entren a los pueblos; convencen a las autoridades municipales que acepten las visitas de estos personajes para que se promuevan y condicionen a los pueblos.

El tequio, una práctica muy importante para los pueblos, está siendo expropiada por las obras públicas que se entregan a particulares que administran los trabajos. Pero no solamente intentan despojar este bien común; también territorio, aguas, minas, bosques, conocimientos y diversidad cultural están amenazadas.

Quieren transformar los mecanismos de gobernarnos, que son la singularidad de los pueblos que aún se resisten a regirse bajo banderas partidistas. La forma de gobernarse de los pueblos se manifiesta en instituciones comunitarias como la asamblea general, donde los comuneros eligen a sus representantes. El sistema de cargos es la jerarquía que asumen quienes van a servir por un tiempo. Este sistema empieza desde un cargo menor, conforme se adquiere experiencia se llega a un cargo principal, que no solamente se da en el ámbito político o gubernamental sino que se convierten en Principales de la comunidad. Pasar todos los niveles del servicio comunitario es una forma de educarse y prepararse para servir bien.

Los representantes de los partidos políticos y los gestores de las comunidades están generando una crisis del trabajo y de la cohesión en comunidad, ambos, bienes comunes del modo de producción por excelencia en todos los sentidos del pueblo.

 

—————————

| Damián D. Martínez Vázquez, comunicador ayuuk de Tlahuitoltepec, Oaxaca.

comentarios de blog provistos por Disqus