EL DESAFÍO INDÍGEN PARA 2018 / 242
» ES UNA GRAN LUCHA POR LA RECUPERACIÓN DEL PAÍS: BETINA CRUZ VÁSQUEZ (BINNIZÁ)
» “SE TRATA DEL ALZAMIENTO INDÍGENA MÁS GRANDE DE LA HISTORIA DE MÉXICO. Y ES NO VIOLENTO”: PROFESOR FILO (MIXTECO)
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 28 de mayo
Con mil 482 participantes reunidos en el CIDECI-Universidad de la Tierra, entre delegados y concejales de pueblos indígenas, invitados y observadores, el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tomaron protesta al Consejo Indígena de Gobierno (CIG) para México. Nombraron también a María de Jesús Patricio Martínez, nahua de Jalisco, como su vocera así como la posible candidata independiente a la presidencia de la República para las elecciones de 2018.
En un ambiente festivo, los representantes de 58 pueblos, incluido el mestizo, convocados a la asamblea constitutiva del CIG, hicieron especial énfasis en la crisis civilizatoria imperante por la imposición del modelo occidental. “Un sistema-mundo se esta derrumbando, y el nuestro está resurgiendo. Aquí estamos sobre nuestra historia, los pueblos indígenas en los albores del siglo XXI”, explicó en conferencia de prensa el mixteco Filo, uno de los 71 concejales indígenas.
Desde enero pasado cuando se formalizó la convocatoria para la asamblea constitutiva, algunas voces y medios de comunicación han intentado explicar la nueva iniciativa política. ¿Cuál es la verdadera raíz de esta inspiración? ¿Cuál es su fondo y trascendencia? ¿Por qué impulsar una candidata indígena en la política dominante del sistema político mexicano?
Poco o nada se trata de que este esfuerzo rebelde busque administrar el aparato burocrático a través de un triunfo electoral. En realidad, ese colectivo compuesto por el ke’ntik (“nosotros” en maya tojolabal) del CNI y EZLN, sencillamente quiere que su palabra nosótrica sea escuchada por todos en México y el mundo. Por ello, las experiencias ancestrales y actuales de despojo, represión, explotación y desprecio condensadas en las denuncias del comunicado conjunto “Que retiemble en sus centros la tierra” del 14 de octubre de 2016, son las denuncias traducidas del dolor colectivo que ahora se escucharán en 58 lenguas. De ahí interpretarlo y como dicen, pasar a la ofensiva: “Vamos a articular las luchas, reconstruir el tejido social de nuestros pueblos, reconstruir la vida de nuestro pueblo, retomar el rumbo de nuestra vida en México. Es una gran lucha por la recuperación del país, una campaña por la vida”, explicó Betina Cruz Vásquez del pueblo binizá.
”Antes de la conquista no había Concejo Indígena de Gobierno. Veinte años nos tomó conocernos, escucharnos, mirarnos, los pueblos indígenas que durante cinco siglos estuvimos en resistencia y llegamos a esto. Se trata de un alzamiento indígena. El alzamiento indígena más grande de la historia de México. Y es no violento”, explicó el profesor Filo. Llevar la palabra nosótrica en voz de una mujer indígena a los espacios de poder de la patriarcal clase política mexicana, no es más que desnudar la política dominante y de paso, como lo ha sido incansablemente, intentar despertar a esos millones de indígenas y mexicanos que todavía depositan su confianza, esperanza y destino en los procesos electorales. Es decir, interpelar a la sociedad dominante; el efecto principal poco o nada tiene la intención de tomar poderes o llevar a cabo un programa de gobierno.
Uno de los principios de la democracia liberal republicana es la igualdad, por lo que las y los indígenas mexicanos tienen el derecho de ingresar a cualquier estructura de la política. La palabra escuchada tiene igual oportunidad a ser inyectada en esos espacios supuestamente públicos y por un colectivo organizado sin importar los resultados. Quienes desde los espacios y medios de comunicación de la sociedad dominante enjuician, descalifican y malinterpretan esta intención sólo dan cuenta de la profunda ignorancia con respecto al espíritu, cultura y cosmovisión indígena que pervive en todo el país.
Con la visita de representantes de los pueblos norteamericanos apache, akimel o’otham y lakota, la asamblea constitutiva en la que participaron 693 delegados, 492 invitados del CNI, 71 concejales y 230 delegados zapatistas se tejió la palabra escuchada nosótrica indígena. Ésta que buscará llegar a aquellos que están cansados del engaño sobre la realidad que viven no sólo los pueblos indígenas, sino también la impune destrucción de la naturaleza y el cosmos vinculados a ella. Se trata de una verdadero esfuerzo por traducir al castellano el dolor y la resistencia que como torbellino y puente se expresan en las 58 lenguas que conforman el corazón nosótrico del CIG. ¿Cuál es el miedo a una traducción verbal y encarnada en una mujer indígena sobre la realidad de los pueblos? El riesgo de dejar que esto suceda, supondría el desmoronamiento de un sistema de creencias artificiales inducido y que como ideología de la dominación, vive y se reproduce en toda la sociedad que padece el actual modo de reproducción capitalista.
Por ello, a la sociedad dominada por esa forma de poder no le conviene ser interpelada, interpretada y traducida, pues como espejo fracturado, provocaría la contradicción dejándola sin sentido. No sería más que la muerte de ese sistema y cuya transformación radical sólo algunos aceptarían. Los políticos, empresarios, diversos medios de comunicación y algunos intelectuales buscarán a toda costa callar la voz de los 58 pueblos del CIG. Serán el pueblo mexicano y los pueblos del mundo quienes logren escuchar y comprender, quienes identifiquen a los voceros del Poder, paulatinamente, como sólo aquellas marionetas autómatas que consciente o ciegamente quieran ocultar la realidad de las comunidades y barrios.
“Nuestra participación es por la vida, esa reconstitución de nuestros pueblos que han sido golpeados. Queremos destruir este sistema que nos está acabando a todos. Queremos dar este paso si queremos que nuestros pueblos sigan existiendo y que haya vida para todos”, sentenció María de Jesús, la ahora vocera del CIG. Por esto el resultado de una elección en el sistema político no será trascendental para el CNI, el EZLN, ni para quienes escuchen su palabra, mientras exista el desafío interpelado de los herederos de las antiguas naciones y pueblos originarios. Se harán visibles, compatibles no sólo los dolores sino que también se movilizarán con mayor vigor las resistencias vivas de muchos pueblos y comunidades de México y el mundo.