“LOS INDIOS DE VERDAD ESTÁN MUERTOS” Y OTROS 20 MITOS
Roxanne Dunbar-Ortiz & Dina Gilio-Withtaker: “All Real Indians Died Off “ and 20 Other Myths About Native Americans, Beacon Press, Boston, 2016. 208 pp.
La escritora e historiadora Roxanne Dunbar-Ortiz ataca de nuevo. Después de perpetrar el clásico instantáneo Una historia indígena de Estados Unidos (An Indigenous People’s History of the United States, 2015), ahora sale con una demolición puntual y sistemática de los mitos y mentiras que caracterizan la “idea” que tiene la población mayoritaria de su país respecto a los poquísimos indios que sobrevivieron a las películas de John Wayne (Recomendamos volver a http://www.jornada.unam.mx/2015/01/10/oja-crimen.html). Cuenta en esta ocasión con la complicidad directa de Dina Gilio-Whitaker, periodista de Indian Country Today Media Network, escritora, investigadora de estudios indígenas y miembro de las Tribus Confederadas Colville. .
La “violencia estructural” que caracteriza el trato que reciben por parte de la nación que se construyó sobre sus huesos se manifiesta en todos los niveles, simbólicos y reales, físicos, mentales e institucionales. Durante cinco siglos, tras que llegaron a la Isla Tortuga los primeros europeos, “acceder a la tierra ha sido el factor central que conforma las relaciones entre los pueblos indígenas y los inmigrantes”, nos advierten inmediatamente las autoras.
Los 21 mitos que afronta el libro son: los indios verdaderos están muertos; los indios fueron los primeros migrantes del Hemisferio Occidental; Colón descubrió América; la Acción de Gracias fue una bienvenida a los Pilgrims; los indios eran salvajes y belicosos; los indios deberían olvidar el pasado y seguir adelante; los europeos trajeron la civilización a pueblos atrasados; Estados Unidos nunca tuvo una política de genocidio; los presidentes de EU han sido benevolentes o al menos bienintencionados hacia ellos; los únicos indios de verdad son los de sangre pura y se están extinguiendo; EU les dio sus reservaciones; los indios son guardianes del Estado; las mascotas deportivas les rinden homenaje; la cultura de los nativos pertenece a todos los estadunidenses; la mayoría dependen de la beneficencia gubernamental; los casinos los han hecho ricos; son anti-científicos y están naturalmente predispuestos al alcoholismo.
¿Qué tiene de malo ver a las mujeres indias como princesas o pieles rojas?, esta gente no se pone de acuerdo en cómo deberían ser nombrados, y los indios son víctimas y merecen nuestra buena voluntad; éstas serían las tres últimas patrañas que las autoras desentrañan airosamente. Las teorías de arqueólogos, antropólogos e ideólogos son eso: teorías, muy poco probadas como casi todas las teorías, empezando —nos dicen Dunbar-Ortiz y Gilio-Whitaker— por la del presunto “puente terrestre” en el Estrecho de Bering, que cada día se hunde más en la bruma.