CANTOS DE VENADO / MÁASO BWIÍKA
POESÍA CORA-CAHITA C. 1480-1622
LA POESÍA YOREME FUE RECOGIDA en siglos posteriores a su composición; en algunos casos, muy pocos, llega incompleta hasta nosotros, pero en general podemos afirmar que es más pura que mestiza, con la obvia excepción de los textos recientes, los cuales se trazaron con una conciencia del mestizaje, y con la alteración, ya ineludible, que provocó el trato de las comunidades cahita con los yoris (gente blanca) desde hace más de cuatrocientos años. Muchos de estos cantos convergen en el tiempo con el Siglo de Oro español, la Reconquista de la península Ibérica, el Renacimiento europeo y el descubrimiento de América. Sólo son conjeturas, pero los cantos de Venado más antiguos podrían ser contemporáneos de la fundación de Tenochtitlán (siglo XIV), y es probable que algunos de los que hoy conocemos se cantasen incluso poco antes de la caída del Imperio azteca, en 1521, cuando además ya había petroglifos diseminados en el norte de Sinaloa. España se adentraba por entonces en la poesía petrarquista, la novela pastoril y picaresca, y las creaciones de los místicos, es decir, del Lazarillo de Tormes y la corriente erasmista, a Juan Boscán, Garcilaso, Gutierre de Cetina, y también las poesías italianizante y lírica, fray Luis de León, Fernando de Herrera, Miguel de Cervantes y las escuelas salamantina y sevillana que un siglo más tarde imitarían los primeros poetas mexicanos; en fin, las corrientes previas al barroco y el conceptismo. La referencia no es una comparación, sirve para situar la importancia y el ámbito del arte prehispánico surgido en el noroeste mexicano, y también para darnos una idea del intervalo que tardaría Sinaloa antes de conseguir que su literatura se hiciera contemporánea no sólo de España sino del resto del mundo.
LUCERO DEL ALBA
(cora tara cahita, sur de Sinaloa)
Aquí él nació, en el monte.
Aquí él nació, bajo el encino.
Acá él nació, entre la hierba.
Acá él nació, bajo el árbol del Tepame.
Acá él nació, allí sobre la hierba.
Allá él nació, en el mundo entero.
Ahí él nació, en el bajo Oriente.
Allá nació, en el Poniente.
Allá nació, en el norte.
Ahí nació, en el sur.
Allá nació, debajo del mundo.
Allí nació, en el mundo entero.
HATSIKAN
Haúx nu wanuiwaka mutsita.
Haúx nu wanuiwaka toá-hete.
Aúx nu wanuiwaka tupix-tsaxta.
Aúx nu wanuiwaka ipoá-hete.
Aúx nu wanuiwaka haukúsax-tsaxta.
Aúpu nu wanuiwaka nain-hapoa.
Aú nu wanuiwaka poárete.
Aúpu wanuiwaka wawata.
Aúpu wanuiwaka tsarame.
Aú wanuiwaka kwa metsé.
Aúpu wanuiwaka taheté.
Haú wanuiwaka nain-hapoa.
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Notas:
Hatsikan: «lucero del alba» o «estrella del amanecer», es probable que aluda a Venus. Gabriel Zaid obtuvo y publicó este canto por cortesía de Mariana Frenk, la primera traductora del texto, y Fernando Benítez, quien lo descubrió en Die Nayarit Expedition (Leipzig, 1912) de Konrad Theodor Preuss. También es "el muchacho Hatsikan” o lucero de la mañana. Propongo una traducción verosímil para los adverbios de lugar con que comienzan los versos, y recobro el quinto verso, omitido por Zaid.
Cora. Pueblo que se denomina a sí mismo naáyarite. Antiguamente pobló el sur de Sinaloa; hoy habitan en la sierra norte de Nayarit. El cora, también llamado chora o chota, es una lengua mesoamericana yuto-nahua de clara cercanía con los grupos tara-cahita yoremes y yaquis, y con el náhuatl. Entre las lenguas yuto-nahua, la más cercana al cora es la wixárika.
Cahita. Existen veintitrés grupos, de los cuales sobresalen los yoreme y yaqui. La lengua yuto-nahua en sus formas cahita presenta numerosas correspondencias. La lengua cahita inscribe al habla yaqui y yoreme en la tercera rama de las lenguas tara-cahitanas.