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CINCUENTA AÑOS DE LUCHA WIXÁRIKA

EVANGELINA ROBLES Y JOSÉ GODOY

SE RECONOCE EL TERRITORIO DE BANCOS DE SAN HIPÓLITO EN LA SIERRA HUICHOLA

En un comunicado, la Comunidad Autónoma Wixárika de Bancos de Calítique o Cohamiata, tradicionalmente llamada Bancos de San Hipólito, del municipio de Mezquital, Durango, informa de la sentencia definitiva del 8 de febrero de 2019 dictada por el Tribunal Unitario Agrario distrito VII, que resuelve reconocer a Bancos su personalidad jurídica de comunidad agraria. Le reconoce, restituye y titula la superficie de 10,720 hectáreas de bienes comunales, y ordena su ejecución.

HACE CASI CIEN AÑOS LOS WIXARITARI DE TATEIKIE “San Andrés Cohamiata” iniciaron su trámite para que les reconocieran sus bienes comunales, y las dependencias dilataron más de 40 años en instaurar el expediente. En 1961 los huicholes de San Andrés tenían en posesión 131,140 hectáreas, pero aunque no existían “conflictos de linderos con ningún poblado circunvecino”, por la Revolución y guerras subsecuentes se instauraron tres ejidos de mestizos allegados que presionaron hasta invadir el territorio tateikietari al amparo del Estado.

En 1968, al ejecutarse la resolución presidencial de San Andrés, se otorgaron apenas 74,940 hectáreas, excluyendo casi 50 por ciento de su territorio, lo que dejó fuera a Bancos de San Hipólito, Tierra Blanca y Saucito, pueblos que desde tiempos inmemoriales también habitaban ese territorio y lo tenían reconocido en el título virreinal de 1725.

Los comuneros tateikietari de Bancos fueron excluidos de la titulación de su comunidad de origen (San Andrés) cercados y marginados por los ejidos invasores, pero mantuvieron el sistema de cargos ligado a los centros ceremoniales de San Andrés y mantuvieron su territorio e identidad pese a no tener títulos. Tramitaron infinidad de gestiones legales y organizativas, pero entre la burocracia y la corrupción en vez de reconocerles sus 10,720 hectáreas que ocupan por tiempo inmemorial, en 1984 se las adjudicaron indebidamente a otro núcleo agrario, San Lucas de Jalpa, como si Bancos fuera un anexo de San Lucas.

Tras múltiples trámites en instancias nacionales, al no ser reconocidos interpusieron una queja ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1994, por violaciones a sus derechos territoriales y al Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales, logrando que en 1998 se emitiera la primera recomendación al gobierno mexicano para que resolviera las causas que originaron el conflicto.
La actual sentencia del Tribunal Agrario del Distrito VII emana de un amparo que el 11 agosto de 2009 ordenó instaurar el procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales ante los Tribunales Agrarios, reconociendo su personalidad jurídica independiente de San Lucas, lo que posibilitó que, como comunidad agraria, Bancos tramitara su propia titulación.

Es crucial la nueva sentencia que les reconoce legalmente su territorio, porque los wixaritari de Bancos tienen ahora la posibilidad de un futuro propio, sin estar a merced de sus vecinos.

Pese a ocurrir en un juicio agrario, reconocerles su derecho ancestral a los wixaritari de Bancos avala su pertenencia y su presencia ancestral en el territorio ejerciendo su lengua, gobierno, modos de subsistencia y sus vínculos propios. Permite que sigan siendo wixaritari y que sus hijos puedan reivindicarse wixaritari, pese a las políticas del Estado. Incansable, Bancos enarboló siempre la bandera de los pueblos excluidos del derecho a su territorio. Aferrados a su futuro, se negaron a ser desplazados, a huir o asimilarse ante el embate violento de no tener derechos en su propia casa.

La OIT en el artículo 14 del Convenio 169 consagra la ocupación tradicional como fuente de derechos y ha recomendado al gobierno mexicano adecuar sus leyes a estos estándares internacionales, con base en este caso. La titulación debe ejecutarse pronto, pues se violó el plazo razonable para la impartición de justicia.

La nueva sentencia de este 8 de febrero de 2019 es muy importante para el pueblo wixárika y los pueblos originarios de México. En un momento de ataques contra los pueblos sienta precedentes para las comunidades originarias que reclaman sus territorios. Debiera ser una lección para el Estado mexicano que reconocer la integridad territorial de los pueblos indígenas es una solución a los problemas fundamentales de los pueblos. La avalancha de proyectos y programas oficiales no garantiza ni refuerza en lo más mínimo los derechos colectivos, la justicia, la vida digna y comunitaria de los pueblos.

Bancos de San Hipólito, junto con los pueblos y la sociedad civil nacional e internacional, rompió el cerco en que vivía al declararse Comunidad Agraria Autónoma en 2003 y desde entonces es una gran luz de la autonomía enraizada en la sabiduría de los ancianos y la vitalidad de la gente joven. Hoy, la sentencia que restituye su territorio les da un renovado empuje.

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