EL PROYECTO TRANSÍSTMICO ATENTA CONTRA LA SOBERANÍA NACIONAL / 268
EL AMBIENTALISTA MIGUEL ÁNGEL GARCÍA AGUIRRE SOSTIENE QUE EL MEGRAPROYECTO SE DIVIDE EN DOS: UNO MUY DEPREDADOR, Y OTRO “CONSERVACIONISTA”: UNA ISLA PARA EL NEGOCIO “VERDE” RODEADO DE UN OCÉANO DE DESTRUCCIÓN CORPORATIVA.
Selva de los Chimalapas, Oaxaca
¿Qué es Corredor Interoceánico, en dónde y cuándo nace el proyecto y cuáles son sus alcances? Es el Programa de Desarrollo Integral del Istmo de Tehuantepec (“megaproyecto del Istmo”) del expresidente Ernesto Zedillo. Lo dio a conocer en agosto de 1996, ubicando los 80 municipios que iba a impactar y estableciendo los componentes de qué inversión hacer, en qué comunidad y en qué municipio, teniendo como ejes el tren bala de carga, la autopista y la modernización de los puertos. En 2004, Andrés Manuel López Obrador publicó Un proyecto alternativo de nacion: hacia un cambio verdadero, que dentro de sus 26 puntos contempla el Programa de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec. En su campaña de 2006 fue uno de los puntos que más lo conflictuaron con el EZLN.
En 2012 López Obrador publicó los 100 puntos de su proyecto de Nación y el punto 33 es el Programa de Desarrollo Integral del Istmo. El 12 de julio de 2018, apenas once días después de haber sido electo, envió una carta a Donald Trump en la que le explica que el Istmo de Tehuantepec será ofrecido a la inversión para proyectos de extracción petrolera, minas, parques eólicos, plantas armadoras, plantas maquiladoras y, como eje, el ya señalado tren bala interoceánico de carga, junto con la brutal modernización de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, que serán ampliados para tanques y buques mercantes de gran calado que actualmente no pueden entrar.
Hablando sólo de Salina Cruz, el impacto será brutal porque el Golfo de Tehuantepec es el de mayor diversidad biológica marina de México, junto con el Mar de Cortés. Además de su diversidad marina impresionante, alimenta y oxigena las lagunas ikoots, pero al dragar y ampliar el rompeolas, van a romper todo el ecosistema.
¿A cuántos municipios impactará el proyecto y a cuántos pueblos indígenas?
Son 80 municipios afectados por el megaproyecto del Istmo, 31 en Veracruz y 49 en Oaxaca. Impacta a once culturas y pueblos indígenas, ocho de ellas con presencia ancestral y tres que han sido reubicadas por gobiernos, pero que igual ahora se asumen como pueblos que defienden el Istmo. Los pueblos locales originarios son los nahoas, zoques-popolucas, zoques-chimalapas, mixes, zapotecos, ikoots, chontales y chocholtecos, mientras los reubicados son mixtecos, chinantecos y tsotsiles.
¿Cuánto mide la ruta transístima y cómo será afectada por la industria?
En línea recta son 260 kilómetros de Coatzacoalcos a Salina Cruz, pero el cálculo con curvas es de 320 kilómetros impactados. El organismo público descentralizado para el desarrollo del Istmo y la Secretaría de Hacienda anunciaron que se construirán diez parques industriales a lo largo de esa ruta.
La carta del presidente AMLO a Trump y luego el decreto para el Corredor, refieren que en el Istmo se va a decretar zona libre de impuestos, con un subsidio del Estado, para la construcción de infraestructura. La energía eléctrica, el agua, el terreno, todo subsidiado por el pueblo mexicano para que vengan a invertir y a poner empresas.
¿Qué contemplan?
Este megraproyecto se divide en dos: uno con proyectos muy depredadores, muy destructivos; y al mismo tiempo otros conservacionistas, de lo que se denomina capitalismo verde. Es como una isla de conservación para el negocio “verde”, rodeado de un océano de destrucción para los negocios convencionales.
Los proyectos de muerte y de destrucción brutal son las minas, los parques eólicos, dos hidroeléctricas, la extracción petrolera -incluso con fracking- y nuevas carreteras. Esos son los de impacto brutal, pero están los otros, que son más peligrosos, porque estas montañas de Chimalapas producen el 40 por ciento del agua del país, la regulación climática de todo el Istmo de Tehuantepec con sus montañas y sus bosques, y generan oxígeno para todo el sureste, pues tienen la diversidad biológica más grande de México.
Una hectárea de selva alta y bosques de niebla llega a tener 900 especies de árboles distintos, de acuerdo a un estudio realizado por Víctor Toledo, actual secretario de la SEMARNAT. Es incontable lo que tienen de arbustos, plantas herbáceas, y microflora en subsuelo. Hay animales que ya no hay en otro lado. Están los estudios que han hecho los expertos del jaguar, que son los mismos que hicieron en Calakmul, y señalaron que aquí, en Los Chimapalas, está el reservorio de la mayor población de jaguares de México, no sólo en número, sino también en variedad.
¿Cómo se conectan Los Chimalapas y el Corredor Transístmico?
Los propios empresarios hablan de bancos genéticos. De la diversidad biológica lo que les interesa son los genes, y aquí está la mayor diversidad de genes. El vicepresidente Alfonso Romo es un experto en biotecnología —socio de Monsanto— igual que Jorge Villalobos, secretario de Agricultura. Son expertos en biotecnología y saben lo que significa un reservorio de genes de esta naturaleza, y lo que representa apropiarse de ellos y usarlos para la producción de transgénicos y alimentos biotecnológicos.
Es un reservorio de genes y, a la vez, dicen ellos, una “fábrica” de agua, una zona productora de oxígeno, de plantas medicinales. Les interesa extraer el saber indígena, sacar la planta y copiar la estructura, registrarla, patentarla y luego venderla a precios multimillonarios. Ese es el capitalismo verde.
El punto central del capitalismo verde es, de inicio, decretar áreas naturales protegidas, porque eso quita legalmente el control del territorio a las comunidades. Mientras no haya un área natural protegida, las comunidades controlan, pero cuando la hay, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) toma el control y a partir de ese momento es la que da permisos para la bioprospección, el cambio de suelo, la extracción minera, las nuevas carreteras o para cacería. Ello incluso dentro de Reservas de la Biosfera, como El Triunfo o Montes Azules.
Cuando hay una reserva comunitaria o campesina como en Los Chimalapas, son los comuneros y ejidatarios los que dicen que aquí no entra la CONANP. En Chimalpas han detenido y resguardado comunitariamente, a científicos que llegan con permiso de la SEMARNAT a realizar investigaciones y colectas. Aquí la SEMARNAT no es dueña y van pa’ fuera. Pero no quitan el dedo del renglón en pretender imponer en Chimas una Reserva de Biosfera
¿Qué sigue? ¿Qué pronosticas para la región? Una intensa lucha social. Oaxaca y, en particular el Istmo, tienen una larga historia de lucha en defensa de los territorios comunales y la comunalidad. Intensas y continuas movilizaciones que han llegado, incluso, a ser armadas. Nos falta difundir amplia y claramente las implicaciones socioambientales de este megaproyecto entre la mayor parte de comunidades de todo el Istmo, y a la vez articular alianzas plurales entre comunidades, movimientos sociales, líderes históricos, líderes emergentes (en particular, mujeres y jóvenes), organizaciones de la sociedad civil y académicos-as, como la lograda en 1996-1998, con el movimiento original El Istmo es Nuestro.
En especial, es un gran reto hacer reflexionar a todo el pueblo mexicano sobre este canal seco interoceánico, entregado a intereses corporativos multinacionales. Además de depredador de la Madre Naturaleza y violador de los derechos de los pueblos del Istmo, es un atentado contra la soberanía nacional.
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Miguel Ángel García Aguirre es coordinador regional del Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas y coordinador general de la asociación civil Maderas del Pueblo.