HISTÓRICA CAMINATA COMCA’AC POR EL AGUA, LA SALUD Y LA AUTONOMíA / 288 — ojarasca Ojarasca
Usted está aquí: Inicio / Reportaje / HISTÓRICA CAMINATA COMCA’AC POR EL AGUA, LA SALUD Y LA AUTONOMíA / 288

HISTÓRICA CAMINATA COMCA’AC POR EL AGUA, LA SALUD Y LA AUTONOMíA / 288

ENTREVISTA POR GLORIA MUÑOZ RAMÍREZ

“YA NO VAMOS A PERMITIR QUE NOS SIGA DIVIDIENDO GENTE DEL EXTERIOR. MÁS VALE QUE NO TRATEN DE INTERVENIR EN NUESTRAS DECISIONES”: GABRIELA MOLINA

Como parte de su cultura nómada caminaron por el desierto para encontrarse en el sitio sagrado conocido como campamento saaps, que significa Dos amigos, punto intermedio entre las comunidades comca’ac Desemboque de los seris y Punta Chueca. El objetivo: lanzar un llamado a la unidad para que los gobiernos los escuchen y atiendan las emergencias por falta de agua y condiciones de salud, y repudiar la injerencia de partidos y funcionarios en la vida interna de la comunidad. El mensaje, dice a Ojarasca Gabriela Molina, defensora del territorio, es claro: “ya no vamos a permitir que nos siga dividiendo gente del exterior. Más vale que no traten de intervenir en nuestras decisiones”. A los gobiernos municipales, estatal y federal, dice, “les pedimos hagan válido nuestro derecho al acceso al agua”, y a los partidos “que no intervengan en procesos políticos internos ni traten de dividirnos más. Si quieren hacer historia, que sea abasteciendo de agua a las dos comunidades. Y si no es así, que no se paren por aquí”, advierte la integrante del Colectivo de Defensores del Territorio Comcaac, a quien el Consejo de Ancianos otorgó el bastón de mando para intervenir en las problemáticas actuales.

La histórica caminata comca’ac que se realizó el pasado 27 de marzo marca el regreso a una tradición que no se realizaba desde hace más de diez años. Molina explica que la nación, también conocida como seri, estaba dividida en diferentes clanes que abarcaban desde el puerto de Guaymas hasta el desemboque de Caborca. “Todos los ancestros caminaban esta zona costera siguiendo los ciclos de la naturaleza para buscar comida y agua. La caminata se realizaba para permanecer juntos, para hermanarse, compartir las historias y los cantos. Era una forma de organización para lo que se gestaba en esas épocas”.

Con la llegada de los partidos políticos la caminata dejó de organizarse, pues también coincidió con la muerte de algunos ancianos. Ahora son los jóvenes de las dos comunidades quienes decidieron actualizarla para poner fin a los conflictos intercomunitarios y llamar a la unidad para resolver sus urgentes demandas, siendo la principal la falta de agua potable. En esta ocasión se unieron también los músicos Roco Pachukote y Rubén Albarrán.

“Se hizo el encuentro en saaps por todo el significado que tiene y para dejar atrás todo lo malo de los conflictos. La caminata fue también un pretexto para que los jóvenes y niños vieran las costumbres de los ancestros. Allá nos esperaron los más ancianos, los que no podían caminar, y nos recibieron con cantos y rezos. Es algo que a mis 32 años no me había tocado. En esta ocasión me tocó caminar con mis papás, mi hijo y mi hermana”, relata Molina.

–Además de hacer visibles sus demandas concretas, ¿cuál es el significado hacia dentro de las dos comunidades?

–El compromiso que hicimos todos los que estuvimos ahí fue que ya no queremos más discordia. Todos regresamos con la idea de cambiar esa mentalidad de conflicto y de enojo. Hay intereses de gente coxa (blanca) que no le conviene que estemos juntos, y eso lo tenemos muy claro.

En este encuentro, el presidente del Consejo de Ancianos dio un mensaje a los jóvenes sobre la preparación que necesitamos acerca del exterior. Porque lo que hay dentro del territorio compete mucho hacia lo exterior y tenemos que aprender a manejarnos. También se abordó el problema del consumo de drogas. Antes nos atacaban con armas, ahora nos atacan con drogas para inmovilizarnos y que no pensemos. Es la primera vez que me toca un mensaje así de fuerte dirigido solamente a los jóvenes.

La disputa por el agua y la CFE

La representante comca’ac explica que el problema de falta de acceso al agua potable inició en las décadas de los cuarentas y cincuentas, prácticamente desde que se asentaron las dos comunidades. Y el conflicto actual, derivado de la falta de luz para poner en marcha la bomba del pozo, comenzó cuando la Comisión Federal de Electricidad (CFE) instaló hace 42 años las torres de alta tensión sobre su territorio, sin acuerdo ni consentimiento de la tribu, “pero eso sí, cobrando altas tarifas desde el 2004, que fue cuando llegó la electricidad al pueblo y empezó a pagarse el suministro de luz para el pozo que abastece a Desemboque”.

En los últimos dos años la bomba del pozo se ha quemado tres veces debido a fallas en el suministro de luz de la CFE. Una bomba cuesta 73 mil pesos, cantidad que cubre la comunidad, aunque recientemente una organización civil (Casa y Ciudad), que lleva a cabo un programa de viviendas, pagó la bomba para continuar con las obras, “pero más tardaron en que funcionara que en que la CFE cortara la luz debido a un adeudo pendiente”. En resumen: se quema la bomba del pozo por las fallas en el suministro de electricidad, una asociación les coloca otra bomba, la CFE les quita la luz por adeudo pendiente y vuelve la comunidad a quedarse sin luz y sin agua.

“La bomba se instaló el 11 de febrero de este año, la comunidad purgó las tuberías y limpió el tinaco, pero la CFE se enteró de que estaba instalada y cortó la electricidad. Esto es un atentado a nuestros derechos porque hemos tenido miles de reuniones con ellos, hemos abonado al adeudo y aun así no nos quieren reconectar el servicio, a pesar de la urgencia por la pandemia que afecta a más de 300 seris nada más de Desemboque”, explica Gabriela.

La situación en Punta Chueca no es mejor. Aquí mil 500 indígenas se abastecen de agua por medio de las pipas, pues con el líquido de la planta desaladora no alcanza. “Estamos estudiando que se lleve agua del pozo de Desemboque a Punta Chueca a través de 85 kilómetros, pero la CFE no quiere llegar a ningún acuerdo, a pesar de que se abonaron 50 mil pesos a un adeuda de 179 mil 680 pesos”, acusa la defensora del territorio.

Injerencia externa

Un problema que se vincula a la falta de agua y de servicios de salud, comenta Molina, es que un grupo de comuneros reconocidos de Punta Chueca ha presentado “documentación falsa al Registro Agrario Nacional”, de tal manera que las autoridades quedan desconocidas. “Antes de que mi papá estuviera al frente del gobierno tradicional, ningún gobernador seri había acabado su periodo de tres años, porque este grupito siempre metía papeles y documentos falsos, y aun así el Registro Agrario los calificaba y se hacía una remoción”.

Gabriela Molina asegura que quien está metido en los conflictos internos es, entre otros, Alfonso Durazo, actual precandidato a gobernador de Sonora por el partido Morena, quien “está interviniendo para que se remueva a la nueva mesa directiva, que no tiene ni nueve meses de que entró. Este problema está avanzando, los acuerdos que se hicieron el día de la caminata fueron para parar los conflictos y estar en un mismo frente, pero el otro grupo que se quedó en Punta Chueca está haciendo todo un caos”, lamenta la representante de Desemboque para darle seguimiento a esta problemática.

“Los intereses personales que los llevan a impulsar tanto megaproyectos en Isla Tiburón como la venta de permisos a gente que se dedica al narcotráfico” es lo que está detrás de todo esto, denuncia.

comentarios de blog provistos por Disqus