LA CARTA QUE EL PRESIDENTE NO LEYÓ GUARIJÍOS DE SONORA CONTRA LA PRESA LOS PILARES: “ESTE GOLPE PUEDE EXTERMINARNOS DEFINITIVAMENTE” ¿VOLVER A LOS AÑOS 70? — ojarasca Ojarasca
Usted está aquí: Inicio / Artículo / LA CARTA QUE EL PRESIDENTE NO LEYÓ GUARIJÍOS DE SONORA CONTRA LA PRESA LOS PILARES: “ESTE GOLPE PUEDE EXTERMINARNOS DEFINITIVAMENTE” ¿VOLVER A LOS AÑOS 70?

LA CARTA QUE EL PRESIDENTE NO LEYÓ GUARIJÍOS DE SONORA CONTRA LA PRESA LOS PILARES: “ESTE GOLPE PUEDE EXTERMINARNOS DEFINITIVAMENTE” ¿VOLVER A LOS AÑOS 70?

ATENTA MENTE: JOSÉ ROMERO ENRÍQUEZ Y VARIAS FIRMAS

Concediéndole al presidente Andrés Manuel López Obrador que “es el político que mejor conoce el país”, pues lo ha recorrido más que sus predecesores, y que “conoce bien la pobreza”, el periodista Juan Carlos Zúñiga escribe en El Imparcial de Hermosillo (27/10/2019): El viernes visitó en San Bernardo, Álamos, a los guarijíos; el sábado, Etchojoa, a los mayos; y Pótam, a los yaquis. Y este domingo con los comcáac en Punta Chueca. El evento se denomina “Diálogos con los pueblos indígenas”, en donde un representante de la etnia (sic) habla por la comunidad para exponerle las demandas. Los guarijíos, por ejemplo, pidieron caminos, puentes, educación bilingüe, respeto a las decisiones de las autoridades tradicionales y terminar la presa Los Pilares. Sí, terminar la presa. De hecho, López Obrador accedió a la petición de la gobernadora Claudia Pavlovich de un presupuesto de 600 millones de pesos para culminar la obra. A nombre de los pueblos guarijíos habló Juan Rodríguez Zazueta, quien dijo que ahora sí estaban de acuerdo con la presa.

“El problema es que esto último no es cierto”, dice Zúñiga. “El Presidente escuchó sólo una versión de la historia”. En el caso de los guarijíos, “el grupo” que no pertenece a “los preseros” no tuvo acceso al mandatario. José Romero Enríquez, gobernador de la colonia Macurahui, en San Bernardo, no pudo hablar con AMLO, pero le hizo llegar la carta. La misiva muestra que “hay comunidades no escuchadas”. Si bien “comparten la mayor parte de las demandas que se expusieron en la gira, como la falta de medicinas y doctores, caminos en mal estado, falta de oportunidades laborales y la carencia de maestros”, se oponen a las imposiciones en su territorio. Eso sin contar que en esta gira “faltó representación de pimas, tohono o’odham, kikapúes, cucapás, triquis, mixtecos, mixes y hasta apaches” (pues existe una comunidad apache que reclama derechos en Sonora). Y se pregunta: “¿Cómo hacerle para que estos eventos no se queden en la nostalgia de los años setenta?”

Señor Presidente: Nos dirigimos a usted específicamente las asambleas comunitarias guarijías de Colonia Macurahui, así como de Mesa Colorada, Mochibampo y Bavícora del Ejido Guarijíos-Burapaco, que somos las directamente afectadas en nuestras tierras por la construcción de la presa Los Pilares y por lo que será la inundación del embalse.

Nuestra situación es totalmente diferente a las demás comunidades guarijías de Guajaray y las que se ubican en el Ejido Guarijíos Los Conejos, quienes no serán afectadas en su territorio, aunque las autoridades estatales y municipales han usado a sus representantes para manipular la cesión de derechos para la obra y para firmar todo tipo de acuerdos ilegales, a cambio de dinero que se supone que es para garantizar las compensaciones por la afectación de esta obra.

Nuestros representantes y autoridades tradicionales han sido amenazados y extorsionados por los operadores de la empresa constructora y por las autoridades del ayuntamiento de Álamos, desde que iniciaron los trabajos de construcción en 2013. Se han aprovechado de nuestra pobreza y nuestra necesidad de migrar cada año en busca de ingreso y trabajo para mantener a nuestras familias, han dividido a nuestras asambleas y nos han confrontado entre hermanos.

Los que aquí firmamos hemos desde entonces interpuesto y ganado un juicio de amparo por la violación de nuestro derecho a ser consultados y a dar nuestro consentimiento para intervenir en nuestro territorio; sin embargo, las autoridades estatales y federales a cargo de la obra no han respetado la sentencia de los jueces.

Queremos aclarar que no estamos en contra del desarrollo, lo que queremos es conservar nuestro patrimonio territorial y cultural para que nuestros hijos y nietos tengan un lugar seguro en el mundo. No queremos dinero a cambio de las tierras afectadas, sino que nos repongan las tierras que se inunden en este mismo territorio al margen del Río Mayo.

Queremos un trato digno para instalar una mesa de diálogo y negociación, donde se consideren acciones que nos ofrezcan soluciones duraderas y que no destruyan nuestra cultura tradicional apegada al monte y al río. No queremos aceptar los recursos que aparecen como fideicomiso, que se pretende repartir con las comunidades que no serán afectadas.

Estamos de acuerdo en que se establezca un plan de desarrollo para toda la tribu guarijía porque todos tenemos mucha necesidad y todos vivimos expuestos a la inseguridad de la delincuencia organizada relacionada con la droga, pero exigimos que se nos reparen los daños y se nos compense de manera diferenciada a las comunidades afectadas directamente.

Se nos va a quitar la orilla del río donde sembramos alimentos, se nos van a inundar nuestros lugares sagrados y panteones donde están nuestros antepasados, se nos van a cortar nuestros caminos para aprovechar todo lo que nos da el monte para vivir.

Queremos tierras a donde podamos llegar caminando, queremos que se nos garantice el acceso a la orilla de la presa y al aprovechamiento productivo del agua, que se nos capacite para las actividades pesqueras y ecoturísticas que puedan desarrollarse aquí. También queremos que se nos respalde para que los desmontes que se harán antes de la inundación del embalse los podamos aprovechar para nuestro consumo y comercialización.

Exigimos que se respete nuestra dignidad y la integridad de nuestras familias, que se reconozca nuestro derecho colectivo a seguir siendo dueños de la tierra donde vivimos. Queremos ser parte de este país y no criminalizados por defender nuestro patrimonio.

Señor Presidente, queremos ser escuchados y respetados en este proceso de gestión relacionado con la instalación y operación de la presa Los Pilares, donde podamos estar acompañados por nuestros representantes legales. Le solicitamos respetuosamente que se instale una mesa de trabajo específicamente con las comunidades directamente afectadas por esta obra, independientemente de las negociaciones y los planes que se tengan para toda la tribu guarijía. Somos un pueblo indígena en extrema vulnerabilidad porque sólo quedamos 2 mil personas que hablamos nuestra lengua, este golpe puede exterminarnos definitivamente.

 

Atenta mente: José Romero Enríquez y varias firmas

comentarios de blog provistos por Disqus