DANIELA CATRILEO: LAS MAPUCHE Y EL FEMINISMO
De qué manera se puede sostener un feminismo comprometido con la causa mapuche?
–Un feminismo cuya razón no esté anclada a una supremacía socio-racial, burguesa y hegemónica. Que comprenda los procesos anticoloniales de estos territorios, que aprenda de la lucha que dan los pueblos. Un feminismo que no esté centrado en el género sino que pueda comprender las opresiones de clase y raza. Un feminismo que esté conectado con los territorios y las epistemologías de donde vive, con los cuerpos cercanos, con las vidas que amenaza el neoliberalismo (explotación laboral, extractivismos, daños a la naturaleza, etc). Que aprenda a escuchar, pero sobre todo que se atreva a hacer nütram (dialogar), que se reúna en torno a la política, a las resistencias. Un feminismo que se cuestione constantemente sus privilegios y que genere acción. Un feminismo autocrítico no sólo en el discurso, que no imponga agendas y que no obligue a todas las mujeres a ser feministas, sino que justamente aprenda de otros saberes que no vienen de las élites dominantes.
Me interesa cómo se articulan políticamente los cuerpos para generar una potencia que desestabilice la ficción de orden. Esto me pasa con respecto a los imaginarios que impone el modelo neoliberal, donde todo parece funcionar, pero si uno se acerca a esa máquina, empieza a ver sus porosidades, comienzas a sospechar de la idea de país que venden. Creo que las revueltas comunitarias, feministas, populares, sociales, pueden llegar a interrumpir la imagen nacional higiénica donde todo se esconde bajo la alfombra. Me refiero a asesinatos, militarización de Wallmapu, el Tratado de Asociación Transpacífica, espacios de depredación ambiental, ley antiterrorista, extractivismos feroces. Por eso creo que lo que nos demostró el 8 de marzo de 2019 es la capacidad de organización política autónoma, que debe llegar a articularse con las otras luchas que se viven en estos territorios e implicarse con ellas. Yo participo de un colectivo mapuche feminista que se llama Rangiñtulewfü (entre ríos), algunas marchamos y como colectivo decidimos no plegarnos a la huelga, porque creemos en otras estrategias políticas que pueden ser más cercanas a nuestras realidades. En el sistema que habitamos, la huelga lamentablemente es un privilegio sólo de algunos/as. En ese espacio no entran migrantes precarizadas, afrodescendientes, indígenas, niños/as, sujetas en situación carcelaria. No están quienes no tienen derechos, porque sus cuerpos no importan. Creo que hay que fortalecer formas y tensionar algunos espacios feministas.
(En Biblioteca viva, marzo de 2019)
https://bibliotecaviva.cl/daniela-catrileo-poeta-voy-construyendo-nuestra-identidad-a-punta-de-esquirlas-y-memorias-comunes/