KIMBILÁ Y SU ENCUENTRO CON EL TREN — ojarasca Ojarasca
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KIMBILÁ Y SU ENCUENTRO CON EL TREN

EZER R. MAY MAY

El representante del despacho Barrientos y Asociados, Rodolfo Galindo, y un acompañante, quienes son los encargados de tramitar la expropiación y el derecho de las vías nuevas del Tren Maya, llegan por la tarde al centro de Kimbilá a bordo de su automóvil, se detienen, y Rodolfo Galindo pregunta en voz alta a las personas que se encuentran en las escaleras del palacio municipal del poblado: “¿Dónde vive el comisario Santos [comisario ejidal]?”. Los hombres sentados le señalan el oriente con las manos. El representante se dirige rumbo a esa calle. Este encuentro sucedió un día después de la asamblea ejidal convocada el 25 de abril, en la cual no se alcanzó el quórum sobre el destino del proyecto Tren Maya.

¿Qué tanta información se quedó entre los líderes ejidales y el despacho de la empresa encargada de la liberación de la vía? ¿Y qué información fue la que se decidió comunicar a los ejidatarios en la asamblea del 7 de mayo? Sin duda alguna, éste ha sido uno de los problemas en la implementación de proyectos de desarrollo sin un proceso de Consulta Previa, Libre e Informada, proceso en el que, en muchas ocasiones, un sector significativo de la población maya desconoce si tiene el derecho de estar informado y, sobre todo, de decidir sobre lo que sucede en su pueblo y territorio. Igualmente, la relación desigual derivada del poder otorgado a las empresas por un régimen neoliberal o estatista permite la continuidad de que esos procesos políticos sean orquestados por las cúpulas locales y estatales o por aquellos que dicen representar al pueblo, aunque más bien es al Estado.

Por estas razones y ante una asamblea ejidal programada el 18 de abril, pero repentinamente cancelada y reprogramada para el 25 del mismo mes sin previo aviso, el 16 de abril cerca de 200 personas de Kimbilá decidimos unir nuestras firmas y huellas digitales —de quienes no saben escribir— para exigir un proceso donde se pueda emitir una decisión después de estar informados, de consensar, de trabajar en conjunto en torno al proyecto de estación y vías nuevas del Tren Maya. En este comunicado señalamos cinco aspectos: 1) ninguna autoridad de Kimbilá participó en la fase consultiva de la mal llamada consulta realizada por el INPI a finales de 2019; 2) por lo anterior, se solicitó que en Kimbilá inicie un proceso de Consulta de acuerdo a los estándares internacionales para el caso de la estación y las vías nuevas; 3) que toda reunión, sea asamblea o consulta, se inicie después del periodo electoral; 4) la omisión por colusión de las autoridades agrarias (Procuraduría Agraria) en sus acciones con tendencia a favorecer y/o facilitar los intereses de los actores externos, recordando el papel ejercido en 2016 con la empresa española del proyecto eólico; y 5) que la postura no era en contra o a favor del proyecto, porque no se puede tener una postura definitiva de algo que no se conoce completamente.

El comunicado circuló entre la población: unos decidieron firmar, otros no lo hicieron por temor a represalias y algunos porque pensaron que era para detener el tren. Algunos pobladores dijeron que los líderes ejidales advirtieron que los firmantes serían quienes no cobrarían el pago de Fonatur o que éstos mismos no quieren que se haga el tren oponiéndose al progreso del pueblo. Cuando el fin de semana estaba cerca, uno de los líderes ejidales pasó a invitar a cada casa de los ejidatarios a la asamblea, pues si la asamblea se daba, se les daría 4 mil pesos a cada ejidatario.

En la asamblea del domingo 25 de abril, los líderes ejidales y algunos de sus seguidores reclamaron la consigna de que únicamente los ejidatarios pueden decidir por las tierras ejidales. Esta consigna fue respaldada por Freddy Basulto Castillo, representante de Fonatur, al responder a los cuestionamientos sobre la falta de la Consulta, diciendo que son dos cosas distintas que no deben confundirse.

Debido a la falta de quórum, se expuso una brevísima información, con una condición que imposibilitaba a la mayoría de los asistentes ver los planos presentados por Rodolfo Galindo. Igualmente, Basulto dijo estar limitado para compartir información y dar declaraciones por ser periodo electoral, pero aun así, convocaron asambleas para firmar el Convenio de Ocupación Previa de la superficie de las vías y de la futura estación.

El comunicado del 16 de abril es claro respecto a la posición de los firmantes: no se oponen al tren, sino que se oponen a las formas en las que las instituciones federales pretenden construir y llevar a cabo el proyecto del Tren Maya.

La exigencia de los pobladores es participar en el diseño y en los consensos del proyecto con el objetivo de garantizar que el “desarrollo” prometido sea para la gente que vive en el territorio y no para los grandes empresarios de siempre. Y en ese sentido, tener la posibilidad de decir NO, si las instancias federales no aceptan las propuestas del mismo pueblo.

El proyecto será con el pueblo o no será si es por encima del pueblo. Éste es el dilema cuando el Estado y las empresas no desean que el trato sea equitativo y recurren al ultimátum y al chantaje: “si no quieren lo que les ofrecemos, no los obligamos, y lo llevamos a otro lugar”.

Cuando usted lea este texto, ya la asamblea de la segunda convocatoria se habrá llevado a cabo, el 7 de mayo. ¿Las instituciones federales de Yucatán, Fonatur y Procuraduría Agraria, lograrán concretar su acometido al estilo del régimen “pasado”? Posiblemente, pues los agentes regionales del Estado mexicano proceden de los círculos políticos del “pasado”.

Ver:https://myemail.constantcontact.com/-Bolet-n-de-prensa-Exigen-comunidades-ejidales--JUSTICIA-frente-a-extorsionesy-fraude--relacionados-con-el--Tren-Maya-.html?soid=1101602 573112&aid=cnJgNjNg6n8

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Ezer R. May May es antropólogo social, historiador, habitante de Kimbilá y firmante del comunicado.

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