PUEBLOS UNIDOS CONTRA BONAFONT
BIENES COMUNES Y AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS DE LAS REGIONES DE LOS CHOLULTECAS Y LOS VOLCANES, PUEBLA
El 22 de marzo, día internacional del agua, Santa María Zacatepec junto con comunidades del municipio de Juan C. Bonilla y otros pueblos de las regiones de los Cholultecas y los Volcanes dieron un paso más en la lucha por los bienes comunes y la autodeterminación. Los Pueblos Unidos contra Bonafont, como se nombran, cerraron la planta Bonafont situada en Cuanalá y desde entonces mantienen un plantón convencidos de que la corporación francesa se va y que esta acción es parte de la lucha histórica por el agua, la tierra y la vida campesina.
Así lo advierten Fidel Flores y Miguel López, dos luchadores de generaciones distintas que junto con mujeres y hombres de diferentes edades y comunidades se articulan contra el acaparamiento del agua y el hidronegocio, así como lo hicieran en 2019 en defensa del Río Metlapanapa al evitar que las empresas del Parque Industrial de Huejotzingo descargaran sus desechos tóxicos y convirtieran este cuerpo de agua en un drenaje a cielo abierto. Esta confluencia organizativa dio lugar a la instauración de un gobierno por usos y costumbres en la alcaldía de Zacatepec. Pero también, la lucha contra Bonafont y la defensa del Río Metlapanapa, más la resistencia en la organización de Pueblos Unidos contra la Privatización del Agua (PUCPA) y como Frente de Pueblos por la Defensa de la Tierra y el Agua contra el Proyecto Integral Morelos (PIM), son parte de la defensa de un territorio cuyo alcance histórico y regional amplio es oponerse a la industrialización y urbanización de esta zona estratégica por su cercanía con el área metropolitana de Puebla y Tlaxcala, por el robo de sus fuentes hidrológicas en los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl y por encontrarse en un “cajete”, afirmaría Miguel López, parte de la Cuenca del Río Balsas.
Para Fidel Flores, campesino originario de San Lucas Nextetelco y luchador formado en el Centro Nacional de Ayuda de Misiones Indígenas (Cenami), comprender el proceso de despojo y defensa de la tierra implica remontarnos a la instauración de haciendas en la región, que aprovecharon la abundancia del agua, la riqueza de los bosques, la fecundidad de la tierra y la fuerza de trabajo de los pueblos. Don Fidel rememora la Hacienda de San Lucas Guadalupe, su dominio regional y su control del territorio “hasta donde alcanzaba la vista”. Recuerda que su comunidad participó en la Revolución Mexicana —en particular su abuelo— y la lucha por recuperar sus tierras.
Ésta no cesó pues llegaron las “nuevas haciendas”. Con la apariencia de desarrollo se instauraron en la región empresas e industrias con todas las facilidades del Estado, que les abrió autopistas, aeropuerto y concesiones de uso de pozos. Acaparamiento de tierras y agua que se acrecentó con la “deformación del Artículo 27” en 1992, destaca este luchador, año en que se reforma también la Ley de Aguas Nacionales, y coincide con la remoción de un alcalde elegido por el pueblo y otro impuesto por el gobierno estatal que dio todas las facilidades para apropiarse de los manantiales a la entonces empresa Arcoíris, que después sería vendida a Bonafont. Relata don Fidel el 21 de mayo de 2021 en San Lucas Nextetelco:
Nuestro río Metlapanapa era un río limpiecito, con mucha vegetación, mucho árbol, había una planta que se llamaba mejorana, había mucha hierbabuena, mucho pajarito de diferentes clases, mucho berro, mucho pez, mucho jahuey con agua cristalina, aquí en Nextetelco había más de veinte manantiales.
Con la autopista que tengo entendido se comenzó a abrir en 1957 y 1958 comenzaron las industrias; el capitalismo tenía proyectado quedarse con esa riqueza que existía. Empezó a instalarse Ilsa de México. Luego Volkswagen, que acaparó varias, muchas tierras, que perjudicó muchísimo los pozos, y luego siguió el aeropuerto, dijeron que íbamos a tener mucho trabajo…
Con la resequedad de los pozos que ya teníamos y con la empresa de Bonafont fuimos para peor. Luego vino a instalarse ese corredor industrial. Salinas de Gortari hizo la reforma del artículo 27. Para nosotros los campesinos no fue una reforma sino un deforma porque la vida del campesino está más lamentable, más triste, es como en los tiempos de la Colonia.
Las haciendas ahora son Chedrahui, Walmart, Suburbia, es la modernidad que nos quieren imponer. Ya basta, no podemos seguir tolerando, tenemos el derecho de la autonomía y la autodeterminación como pueblos originarios.
La historia vuelve comprensible la confluencia de diversas comunidades de la región para cerrar la planta de Bonafont. Con la creciente escasez general de agua y la merma del líquido vital en los pozos artesanales de las viviendas domésticas, Miguel López, Miguel López, cosechador de chapulines, constructor de pozos artesanales, fundador de la Radio Comunitaria de Zacatepec, guardián del Río Metlapanapa, integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos-Puebla-Tlaxcala y Concejal del Concejo Indígena de Gobierno-CNI, declara que se empezaron a informar de las concesiones y el acaparamiento del agua, leyeron al respecto y participaron en foros, pero sobre todo llegaron a acuerdos en asambleas. El 22 de marzo unas 800 personas con estandartes, rezos y cantos cerraron la planta de Bonafont e instalaron un plantón. Venían de Zacatepec, Nextetelco, la colonia de los Ángeles, San Juan Tautla, Ometoxtla, Cuanala, Coronango, San Diego, Tepalcatepec, Cuantlancingo y Almoloya.
El plantón se mantiene. Participan diversos pueblos de la región y se solidarizan organizaciones y defensores de otras partes de Puebla y el país. Desde ahí y en asambleas comunitarias y regionales, se informa de las múltiples irregularidades de la empresa y la apropiación del agua por las industrias. El gobierno municipal declaró la clausura de la planta por carecer de permisos para explotar el agua. No obstante, para los Pueblos Unidos contra Bonafont no es suficiente la revisión de los contratos: la empresa se va, y no sólo eso; la lucha es por la soberanía territorial y la autodeterminación de los pueblos de la región.
Ante la corrupción y las restricciones de la lucha legal optaron por decretar la prohibición de la venta de agua, y buscan que se decrete también, a través de las autoridades tradicionales, la prohibición de la contaminación de los cuerpos de agua. Declara Miguel:
En la asamblea se va a llevar una maqueta de 12 metros cuadrados para ver lo que son los volcanes, para que se vea la Cuenca, por eso la guerra del despojo de nuestro territorio, de nuestra agua. Vamos a entrarle al agua subterránea y también le vamos a entrar a combatir lo de los cohetes antigranizo. En esta rebeldía nos dimos cuenta que la lucha legal nomás nada. ¿Cuándo ganó un pueblo porque ganó un amparo? Más bien es la rebeldía, la revolución. Su ley no es la ley que nosotros queremos, lo que nosotros queremos es la autodeterminación. Como pueblos vamos a hacer ese decreto, como asamblea de los pueblos, la vamos a legitimar y con sellos de las autoridades tradicionales, ejidales, mayordomos, representantes comunitarios, comités de escuelas.
Mientras los pueblos de la región tejen vínculos comunitarios, hacen asambleas, deliberan en colectivo y toman acciones en defensa de su territorio, Santa María Zacatepec fue noticia nacional e internacional por la formación de un socavón en tierras de cultivo cercanas a las plantas industriales de Audi y Volkswagen que fue creciendo con los días hasta llegar a 100 metros de diámetro. Los Pueblos Unidos afirman que está asociado a la explotación de los mantos acuíferos. En una de las reuniones en el plantón de Bonafont, se declaraba: “Olvidamos que el ciclo del agua y el ciclo de la vida son el mismo”. Con su lucha buscan romper con ese círculo “que se naturalizó”: “se apropian del agua y luego nos la venden”, alteran sus afluentes y sus ciclos para devolverla contaminada, devastan ecosistemas y enferman a las comunidades.