GONZALO MAZATZIN EN LA MEMORIA HISTÓRICA NGIWA — ojarasca Ojarasca
Usted está aquí: Inicio / Artículo / GONZALO MAZATZIN EN LA MEMORIA HISTÓRICA NGIWA

GONZALO MAZATZIN EN LA MEMORIA HISTÓRICA NGIWA

VÍCTOR HERNÁNDEZ FLORES

LAS HAZAÑAS DE GONZALO MAZATZIN, MAZATZIN MOCTEZUMA O SIMPLEMENTE MAZATZIN, CONOCIDO COMO XIGU EN LENGUA NGIWA (POPOLOCA DE PUEBLA), VAN MÁS ALLÁ DE SU ENCUENTRO CON HERNÁN CORTÉS Y LOS ESPAÑOLES

Cuando nos adentramos en la concepción histórica a través de la tradición oral y de los relatos míticos y fundacionales de nuestros pueblos originarios, y de cómo estos conciben su propio pasado en relación con su presente, muy a menudo entramos en un terreno en donde se irrumpe en la cronología histórica que se establece desde el quehacer historiográfico, y en donde los relatos de nuestros abuelos entran en una atemporalidad que no puede ser parte de la objetividad pretendida para su estudio histórico. Esta dicotomía entre mito e historia, vigente en los círculos académicos, se hace más que evidente cuando un mismo personaje es parte importante de la tradición oral de un pueblo, a la vez que se vuelve sujeto de estudio para la historia, conformando una especie de antítesis frente a su esencia mítica y carácter oral. Éste es el caso de Gonzalo Mazatzin, un controvertido personaje histórico que a 500 años de la conmemoración de la caída de Tenochtitlán, ha suscitado entre algunos historiadores nuevas discusiones sobre el papel y la incidencia que los pueblos originarios y sus personajes tuvieron en aquella coyuntura histórica, más conocida como la conquista de México, en la historia oficial. Estas nuevas reinterpretaciones históricas a la luz de fuentes escritas poco conocidas, como lo es la probanza de don Joaquín, descendiente de Mazatzin, si bien parecen yuxtaponerse al metarrelato sobre la conquista de México, entre vencedores y vencidos, deja fuera otras interpretaciones que algo tienen que decir sobre ese pasado, sobre todo de aquel que le concierne en la conformación actual de su propia identidad como pueblo.

Gonzalo Mazatzin, Mazatzin Moctezuma o simplemente Mazatzin, es también conocido con el nombre de Xigu, nombre mítico con el que se conoce en lengua ngiwa. Sus hazañas y proezas, que van más allá de su encuentro con Hernán Cortés y los españoles, son parte importante de nuestra tradición oral ngiwa y la memoria histórica de muchas comunidades en la región de Tepexi de Rodríguez (Puebla), que fue en su pasado el centro de uno de los importantes señoríos ngiwas, “popolocas” después del sometimiento mexica y su posterior tributación. No obstante, aunque la versión mítica de Mazatzin puede no ser pertinente para un análisis historiográfico, el desconocimiento o la omisión de los importantes antecedentes y de las fuentes secundarias sobre el contexto regional, cultural y sobre todo histórico al que pertenecía Mazatzin, señor natural de Tepexi, resulta algo extraño para un análisis historiográfico serio. Con ello se da lugar a un sesgo histórico, que privilegia el lazo de parentesco de Mazatzin con el tlatoani mexica Moctezuma Ilhuicamina, así como de la alianza que realizó con los españoles para el sometimiento de otros pueblos, como los ñuu davi, pueblo presente en la memoria histórica ngiwa, no precisamente por la enemistad, sino por el acompañamiento y las alianzas hechas desde tiempos remotos, como así también lo atestiguan algunos documentos precolombinos.

Los detalles de la probanza sobre Mazatzin, en relación con su participación en la conquista, contrastan con la tradición oral ngiwa, en donde el legendario personaje no sólo es recordado por su lazo parental con el tlatoani mexica ni por llevar su célebre nombre. Mazatzin está presente en la memoria histórica ngiwa sobre todo por la defensa de su territorio y cuidado de su pueblo ante el avance de Hernán Cortes y compañía, o como ahora quieren los historiadores, una guerra de los pueblos indios, y los españoles en segundo lugar, sin considerar demasiado el peso subsecuente del nuevo orden colonial y sus consecuencias hasta ahora vividas por los pueblos originarios.

Bajo una nueva reinterpretación histórica, alternativa a la versión oficial de la conquista de México, los indios conquistadores son presentados por la historiografía como agentes activos de su propio devenir, así como el de sus pueblos y sus territorios, pactando alianzas con los recién llegados españoles. Cabe preguntarse entonces en qué momento los indios conquistadores dejaron de serlo para dar paso al establecimiento de un nuevo orden que ha tenido consecuencias negativas para nuestros pueblos.

Esta narrativa histórica, en palabras de Walter Benjamin, permite perpetuar un conocimiento sobre el pasado que brinda imágenes de dominación que llevan a la reproducción de ese mismo dominio en el presente. En los intentos de equilibrar la balanza sobre los hechos del pasado y superar una versión maniquea, bajo una nueva reinterpretación histórica, el caso de Gonzalo Mazatzin se presenta bajo los recientes análisis historiográficos como la continuación a la narrativa histórica que suma al imaginario, de sobra conocido, sobre el actuar oportunista de muchos personajes y pueblos originarios que llevaron a la caída de Tenochtitlán.

Es importante no olvidar que el documento en cuestión fue ante todo un instrumento legal y de origen colonial, que en su momento sirvió como una estrategia discursiva dentro de un lenguaje específico y hegemónico, propio del sistema colonial, ajeno al lenguaje y a los propios recursos discursivos e iconográficos de nuestros pueblos en el pasado. En este sentido, aunque no se debería hablar de una continuidad legal colonial, sí podemos decir que prevalece en el orden legal establecido en la actualidad un discurso jurídico ajeno y hegemónico al propio lenguaje de nuestros pueblos, como entonces, discurso del que sin embargo se tiene que echar mano bajo una narrativa jurídica para la defensa de nuestros territorios, nuestro reconocimiento como pueblos y el ejercicio de nuestros derechos, como lo hicieran en su momento los descendientes de Mazatzin.

__________

Víctor Hernández Flores, antropólogo social y autor popoloca (ngiwa).


 

comentarios de blog provistos por Disqus