VIVIR EN CHIAPAS / 294
El vivir en Chiapas es la posibilidad de crear y vivir otros mundos. Una tarea permanente, sin desanimarse, cada vez una construcción más compleja y de mayor eficacia.
Lo que atrae es el hecho de lograr un tiempo creativo y el cómo lograr no enfrascarse en los problemas que son la repetición de los problemas de siempre.
La pregunta es: ¿Cómo construimos o podemos construir las salidas? No ha habido un tiempo sin tener que luchar por algo.
No ha habido tregua. Es como una visión que no termina.
Se convierte en la experiencia de quedarse sin nada. Me quedo sin nada para que surja el sujeto propio de la lucha.
Nacen las formas de luchar desde lo pequeño, desde lo más elemental y después llega el tratar de crecer. Empezar estos procesos.
El continuo de la organización de los pueblos.
La construcción de espacios de libertad en todos los sentidos. Que nuestra palabra sea libre.
Construir espacios para sentirse y ser lo que somos.
Todas y todos tienen que encontrar un lugar en esta lucha. Buscar que quepan todos y todas.
No tienen que pedir permiso. Dependen de la libre voluntad.
¿Qué hacer frente a la manipulación, al sometimiento, a la dominación, a las formas de control?
Los programas del gobierno construidos con la lógica de la contra-insurgencia tienen un sentido de criminalidad, tienen la intención de aniquilar la conciencia.
Veo que muchos se van por los caminos de su propia conveniencia y no hay nada que reclamar cuando deciden irse por estos caminos. Presionados, manipulados, llevados al límite, colocándose ante los muros de no poder ver los mecanismos de despojo que se tejen para ocultar los intereses. El Buen Vivir como Autonomía. Desde hace tiempo hemos estado reflexionando sobre el Buen Vivir desde la práctica de la autonomía de los pueblos.
El pensamiento sobre el Buen Vivir nos llegó en el camino de la construcción de alternativas al sistema capitalista, a las estructuras del poder dominante, en los distintos espacios, en una gran multiplicidad de acciones y de procesos.
Nos hemos preguntado sobre la relación entre autonomía y el Lekil Kuxlejal. Con Jaime Schlittler Álvarez estuvimos conversando sobre esta relación, hicimos una reflexión colectiva sobre la autonomía en Chiapas y Jaime propuso la pregunta: ¿Lekil Kuxlejal como horizonte de lucha?
Él escribió una tesis, presentada en el mes de septiembre del 2012. Quiero citar una parte de este documento, de las página 126:
Es así como desde la autonomía el Lekil Kuxlejal se nos presenta como un horizonte de lucha que propone una búsqueda de una vida justa y digna, que sea respetuosa y armoniosa con la naturaleza. Un sentido común que es producto de una lectura política y una proyección a futuro, una forma de ser en la autonomía, en la intención de construir un ser distinto, que implica pensar cómo hacemos en, desde y para la transformación. Que se expresa eso en nuestra intención por relacionarnos distinto, trabajar en colectivo, construir formas de ser unos con otres que sean bajo la necesidad de ser acorde con ese otro sentido común. Es una forma de nombrar nuestro horizonte de lucha antisistémica, una forma de condensar nuestra mirada y lineamiento de praxis, la forma en que conseguimos nuestro Lekil Kuxlejal.
El horizonte de lucha. Es importante tener esta totalidad como horizonte de lucha. Así́ la misma autonomía y resistencia de los pueblos se convierten en instrumentos hacia un horizonte de lucha plena. Cuando hablamos de horizonte estamos pensando en espacios amplios, en movimientos con una gran profundidad; lo que construimos tiene sentido porque es parte de un universo grande.
Las prácticas locales no se quedan allí, constituyen elementos de la gran construcción y al mismo tiempo todo lo que hacemos, aunque tenga dimensiones pequeñas pertenece a la totalidad de lo que buscamos.
Ya son actos autonómicos, ya son lo que estamos buscando porque son pasos del camino que queremos caminar.
Por eso se vive o no se vive en la lucha por la transformación de las relaciones y en la construcción y ejercicio de los derechos.
El sentido del aire que respiramos. Lo que hay que cambiar es el aire que respiramos.
Lo que hay que cambiar es el espíritu que respiramos.
Este cambio es para que sea posible la vida de todos y de todas, el derecho de todos y de todas; cuando hablamos de aire es para ir más allá́ de la materialidad, de lo concreto, de solamente cosas, necesitamos cultura, espiritualidad, valores, relaciones respetuosas de la diversidad, justas, solidaridad, espacios para crecer, para crear.
Esto quiere decir tomar las calles, recuperar los espacios, defender el territorio y crear territorios.
Y esto en cada acto.
Pensar en la infancia. Como sujetos constructores de la vida, como sujetos constructores de espacios. Como renovadores. Como un momento de la existencia. Como el lugar para crecer los sueños.
Pensar en los derechos de la infancia. Como el derecho a vivir. Como el derecho a experimentar en todos los espacios de la existencia. Como el derecho a una vida sin maltrato, sin abandono, sin violencia.
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Extractos de Enciendo el fuego del amanecer para esperar la aurora (CECCAM, México, 2021), memoriosa recopilación de escritos y testimonio de Jorge Santiago durante su extensa vida entre los pueblos mayas de Chiapas, en la senda del obispo Samuel Ruiz García, a quien eligió como guía de acción y pensamiento. Los fragmentos provienen de “Vivir en Chiapas”, p. 61, y de “Lekil Kuxlejal (buen vivir) como horizonte de lucha por los derechos de la infancia”, p. 53.