AGRONEGOCIO DIGITAL, NUEVO HÉROE DEL CAOS CLIMÁTICO
El 2 de noviembre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lanzó durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) la iniciativa AIM4Climate, Misión de Innovación Agrícola para el Clima. Un ambicioso programa de transformación de la agricultura industrial en “solución climática”. Encabezada por los Emiratos Árabes y Estados Unidos, para dicha misión, resolver el caos climático y el hambre requiere inversiones masivas públicas, privadas y filantrópicas en nuevas tecnologías controladas por las empresas, como la llamada agricultura climáticamente inteligente. Una agricultura automatizada con drones y robots, con nuevos transgénicos que prometen capturar y almacenar carbono adicional en el suelo; control satelital de la tenencia de la tierra y tecnologías financieras como blockchain. Innovaciones todas protegidas mediante las patentes y la metalegalidad establecida por los oligopolios de lo digital. AIM4Climate se promueve como precisa, de cero desperdicio, capaz de producir más con menos y por lo tanto, apta para recibir enormes inversiones a cambio de las emisiones de gases contaminantes que supuestamente no emitirá.
México fue de los primeros países que se apuntó a entrarle. La funcionaria Sol Ortiz de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, cuya trayectoria se vincula a las transnacionales de transgénicos y agrotóxicos, aseguró en su primer día de intervenciones en la COP26 “que México apoya esa agricultura climáticamente inteligente”.1
Entre los socios de la iniciativa están Bayer, Basf, Syngenta, PepsiCo, la fundación Gates, las más grandes asociaciones mundiales de empresas de agrotóxicos y transgénicos, y al día de hoy, 34 países.2 Las inversiones que logre atraer (al 9 de noviembre había recaudado más de 4 mil millones de dólares) apuntalarán la agricultura robótica y de laboratorio contra las comunidades campesinas del planeta y exacerbarán la explotación laboral a todo lo largo de la cadena alimentaria. AIM4Climate presenta al agronegocio como un nuevo héroe que utiliza sus armas digitales para rescatar a los sistemas alimentarios mundiales del colapso climático, cuando en realidad se trata de una agrotecnología hambrienta de energía: recopilar datos del maíz cultivado en un año en Estados Unidos consumiría la electricidad que alimenta todo Senegal en
ese tiempo.3 No extraña esa pretensión absurda si vemos que la iniciativa viene de las naciones que construyeron una montana de esquí con nieve artificial de 85 metros de altura,4 cuyo derroche energético estamos pagando todos con el clima de nuestro único planeta.
AIM4Climate es una pista falsa que desvía recursos de las iniciativas de agroecología y soberanía alimentaria lideradas por pueblos y organizaciones, que verdaderamente cuidan los territorios y dan a las comunidades control sobre sus alimentos, tierras y medios de vida. Al suscribir esta “misión de innovación climática”, México contradice su de por sí dudoso discurso reforestador y defensor de la agroecología, la milpa y los pueblos campesinos e indígenas.
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1. Silvia Ribeiro, “Agronegocios contra el clima”, La Jornada, 6 de noviembre de 2021.
2. Página electrónica de AIM4Climate: https://www.aimforclimate.org/
3. Grupo ETC, “En la COP26, los grandes Estados petroleros lanzan AIM-4Climate”, 3 de nov
4. “Sky Dubai” en ht tps : //es.wikipedia.org/wiki/Ski_Dubai