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EN OAXACA SE TEJEN RESISTENCIAS

ALDO GONZÁLEZ

Al inicio de la pandemia, por el miedo generado a través de los medios de comunicación, así como la posibilidad real de enfermarse de COVID, la población del país quedó prácticamente inmovilizada. Fue un momento de preocupación y desconcierto, rematado por el anuncio del gobierno de la 4T que convirtió a las actividades realizadas por las industrias minera, de la construcción y automotriz en actividades esenciales.

A pesar de esa situación, las comunidades circundantes a San José del Progreso, donde se encuentra operando la minera Cuzcatlán, filial de la canadiense Fortuna Silver Mines, recurrieron a los recursos a su alcance para que la Semarnat le negara dos Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) a la empresa, que había presentado a finales de 2020 y mediados de 2021.

Sin embargo, después del 23 de octubre, fecha en que se venció la MIA que le permitía operar, la empresa minera ha habilitado al sindicato de la CTM y al presidente municipal de San José del Progreso para que realicen manifestaciones de apoyo a su favor, tomen oficinas gubernamentales en Oaxaca y la Ciudad de México y cabildeen a su favor, como sucedió en la visita que AMLO realizó a San Jerónimo Taviche el pasado 29 de noviembre para inaugurar una carretera.

En esa ocasión el presidente de San José del Progreso, rodeado de cientos de mineros, le explicó a AMLO que la mina es subterránea, por lo que su impacto a la superficie es menor y le pidió que evite la pérdida de mil 200 empleos directos que proporciona. El presidente respondió que está enterado del problema y prometió atenderlo.

Por su parte, el 10 de noviembre pasado la Semarnat anunció la realización de una consulta para que las comunidades afectadas por los trabajos de la minera decidan sobre su territorio. Sin embargo, algunas comunidades ya han manifestado públicamente no estar de acuerdo en participar en la consulta, pues desde hace mucho tiempo ya han tomado la decisión de no permitir que siga operando la mina.

Las comunidades del Frente no a la minería por un futuro de todas y todos preguntan: ¿de qué tamaño serán los túneles realizados por la empresa minera para que laboren en ellos mil 200 trabajadores? Han solicitado a Semarnat les informe dónde están ubicados los túneles para la extracción de minerales sin que a la fecha hayan obtenido respuesta, lo que les ha generado desconfianza, pues si la institución no tiene esos datos, cómo es posible que pueda otorgar la autorización de una MIA cuando se sabe por experiencia de otras comunidades que la realización de un túnel en el subsuelo tendrá impacto sobre las aguas superficiales y el manto freático en un volumen superior al túnel que se conoce como cono de abatimiento.

Después de cuatro años de sequía este año llovió bien, sin embargo, las comunidades circundantes a San José del Progreso se quejan de que sus pozos de agua para consumo humano y para riego han disminuido drásticamente. Sospechan que la actividad minera puede dejar sin agua a más de 25 mil habitantes de 10 comunidades que integran el Frente. También ven con desconfianza que un empresario insista en rentarles la tierra para establecer plantaciones de maguey, pues podría ser el pretexto para que la minería avance.

Las comunidades han sido cautelosas de no confrontar a los afiliados a la CTM pues insisten en que su lucha es pacífica; sin embargo, seguirán exigiendo por distintos medios a las autoridades que les hagan justicia, pues las concesiones mineras que abarcan más de 80 mil hectáreas en los Valles Centrales de Oaxaca se hicieron sin consentimiento de las comunidades y bajo engaños, como en el caso de San José del Progreso, donde la empresa contó con el respaldo de la Procuraduría Agraria para apropiarse de las tierras donde finalmente estableció la bocamina.

Por otro lado, con el objeto de fortalecer sus luchas, el pasado 20 de noviembre las organizaciones que integran la Asamblea Oaxaqueña en Defensa de la Tierra y el Territorio lanzaron la campaña “¡No es desarrollo, es despojo!”, con diversas acciones de lucha bajo los ejes de Megaproyectos y Defensa del Territorio, Derechos de los Pueblos Indígenas y Originarios, Mujeres y Territorio, Solidaridad con Luchas a Nivel Estado, País, y el Mundo y Militarización, Criminalización y la ‘Cuarta Transformación’.

Asimismo, el pasado 27 de noviembre se realizó la Asamblea de Mujeres Tejiendo Comunidad y Lucha Antipatriarcal, donde abordaron los temas “Hilando Salud”, “Bordando el trabajo y la economía”, “Deshilando violencias” y “Tejiendo nuestras luchas”, desde los cuales coincidieron en que la lucha común es contra el sistema capitalista y patriarcal que no sólo viola sus derechos como mujeres, sino que también amenaza con la extinción de los pueblos.

Denunciaron en la Asamblea feminicidios, desapariciones forzadas, trata, crimen organizado en contubernio con el Estado y las empresas, así como los megaproyectos que amenazan los territorios; propusieron construir asambleas de mujeres, profundizar el análisis del impacto de los megaproyectos y de la violencia que generan contra las mujeres, construir redes sororas, justas y desde abajo. Exigieron un alto al alarmante aumento de los feminicidios y la violencia contra las mujeres que se da en el mismo contexto de violencia generalizada del sistema capitalista patriarcal.

Frente al acuerdo de la 4T de establecer medidas autoritarias y extralegales para imponer sus megaproyectos como de interés público y seguridad nacional, se siguen realizando en Oaxaca acciones de articulación. Los pasados días 4 y 5 de diciembre se realizó el Foro Nacional de las Resistencias y Alternativas de los Pueblos ante el capital transnacional y la militarización, en el cual se reunieron más de 300 delegados de organizaciones, pueblos y colectivas de 14 estados de la república, donde se abordó el impacto que tienen los megaproyectos en la vida y los derechos de las mujeres, las propuestas de las radios comunitarias para enfrentar los abusos que viven las comunidades, las estrategias jurídicas para enfrentar las acciones de empresas y el gobierno, las alternativas productivas de defensa y rescate de los maíces nativos y las energías alternativas, así como lo relativo a las manifestaciones de impacto ambiental.

Un tema recurrente es la violencia contra las resistencias frente a los megaproyectos a lo largo y ancho del país: desapariciones forzadas, presos políticos, acciones de represión por parte de la Guardia Nacional, entre otras. Es evidente que las funciones de las fuerzas armadas se han incrementado, además de ser constructores de obras, reproductores de plantas para Sembrando Vida, administradores de aduanas en los puertos en el caso de la marina, les han encomendado desde la 4T defender megaproyectos que son cuestionados por mexicanos, para de esa manera garantizar que los empresarios interesados en el paso interoceánico puedan gozarlo sin demoras.

En Oaxaca se tejen resistencias para que sus paraísos no se conviertan en infiernos ambientales.


 

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