GUATEMALA: EN TERRITORIO MAYA IMPERA LA DICTADURA DEL NARCO — ojarasca Ojarasca
Usted está aquí: Inicio / Artículo / GUATEMALA: EN TERRITORIO MAYA IMPERA LA DICTADURA DEL NARCO

GUATEMALA: EN TERRITORIO MAYA IMPERA LA DICTADURA DEL NARCO

KAJKOJ MÁXIMO BA TIUL

Mientras algunas organizaciones sociales, ahora embelesadas por los supuestos espacios que da el neoliberalismo, sobre todo, cuando se acerca la campaña electoral; mientras se crean espacios de diálogo para ver si al final se van a aliar los líderes y lideresas de los ahora llamados partidos progresistas (Winaq, URNG, Semilla, MLP), porque nadie quiere llamarse de izquierda; mientras se importan ideólogos del sur del continente para que vengan a enseñar cómo se hace alianza, porque aquí no logramos encontrar el camino, ya sólo falta que venga alguien de la izquierda o de los progresistas europeos o norteamericanos a dar una receta de alianza; mientras contemplamos desde la colonia el acoso que recibe constantemente Pedro Castillo en Perú o la disputa por el poder en Honduras, ahora teniendo como presidente a Xiomara Castro; mientras contemplamos la toma del gobierno de Boric en Chile o esperáramos lo que pasará en Brasil si llega nuevamente Lula al gobierno.

Mientras todo eso pasa en lo urbano de nuestro país, en lo rural es otro el escenario. Aquí se respira a despojo, desalojo, resistencia, rebeldía. En lo rural se vive para alcanzar cubrir lo inmediato, lo cotidiano, lo que calmará el hambre, la sed. Aquí se respira a violencia, muerte. Se respira a “sólo Dios sabe el camino”. Se respira a pentecostalismo, a neopentecostalismo. Aquí se enfrenta al finquero, al narco, al político, al religioso, al corrupto. Aquí, se enfrenta la falta de medicinas, de comida, etcétera.

Mientras eso pasa, seguimos sin encontrarle salida. Hay muchos diálogos, virtuales o presenciales, en donde se discute si habrá alianza o no. Todo con enfoque de campaña política. Algunos siguen estando en el pasado, que la izquierda nos traicionó o no me dio el puesto que quería. “No queremos aliarnos, porque ya sabemos qué es lo que pasa”, dicen en sus conversatorios. “Tal vez nos vamos a unir nosotros, pero no con el otro”, dicen otros. “No, aquellos otros, ya pactaron con la derecha”. No puede haber alianza, porque yo no soy de izquierda, soy progresista. Ah, además no soy de izquierda, ni progresista, soy plurinacionalista, soy buen vivirista. Todo esto me recuerda, cuando hace algunos años una connotada lideresa, que ahora brilla por su ausencia pública, dijo en un foro público: “Los mayas e indígenas no tienen ideología”. Era como decir los mayas e indígenas no piensan. Una estupidez. De esa cuenta, seguimos sumidos en un discurso infantil.

Mientras le estamos buscando tres pies al gato, mientras discutimos si plurinacinacionalismo o no; si nos vamos por una asamblea constituyente, plurinacional, o como quieran llamarle. Mientras decidimos si la candidata o candidato será indígena o no, mujer u hombre, el pacto criminal sigue haciendo de las suyas. Sigue manejando la cosa política a su antojo. No les importa si Estados Unidos saca más listas o les da un Cum Laude por corruptos o criminales, porque hasta eso puede pasar. Si no, veamos cómo solaparon a los genocidas, que hasta les daban viajes seguros y algunos terminaron sirviéndole a los gringos y ahora sus descendientes son quienes manejan el narcotráfico y el crimen organizado. Para muestra, el flamante presidente de la

Fundación contra el Terrorismo. Este grupo de criminales inicia con el presidente, hasta connotados académicos, empresarios, religiosos, políticos que forman el círculo. Estos actúan con cinismo e hipocresía propios de ladrones y criminales. Propio de un aj jeleq’, elek’om. Sentado en medio de fariseos, de mercaderes del templo, ofreciendo un día para la vida y la familia, apoyando la propuesta de la otra criminal presidenta del congreso, que declaran el 9 de marzo para celebrar ese día y ahora piden un mes completo.

Cobardes y asesinos, vuelven con su discurso conservador, tradicionalista y anticomunista. Buscan la forma de someter a los pueblos, ahora con denuncias jurídicas, como la denuncia tramitada por el MP a favor de Fundaterror y su criminal presidente Méndez Ruiz, metiendo sus narices en una decisión de ámbito privado de la Universidad Da Vinci por el nombramiento del decano de Derecho Gaitán Arana; para que no interfiera en la metodología para elegir en la elección del nuevo o nueva fiscal general, acción ganada por los criminales, Gaitán Arana debe renunciar.

No pasó mucho tiempo para que dieran a conocer su verdadero rostro los del CACIF. Uno de sus miembros, Zepeda, es presidente de la Cámara de la Industria, un empresario que siempre se las lleva de democrático y respetuoso del Estado de Derecho, nombrado ahora embajador de Guatemala en la República Dominicana.

Agréguense el acoso y la intimidación constante a jueces honestos, como Ericka Aifan, el retiro de inmunidad al juez Xitumul, la captura de la exmandataria de la CICIG Leily Santizo, la orden de aprehensión en contra de fiscales de la FECI como Eva Xiomara Sosa, el acoso a la prensa alternativa, como lo sucedido en las instalaciones de Creompaz, en donde militares negaron el acceso a periodistas para que cubrieran la diligencia emitida por la juez que lleva el caso Tactic por desaparición forzada.

No estamos ante la regresión autoritaria: nunca salimos de ese autoritarismo. Recordemos al finado Arzú, que llamaba a dar con garrote a la prensa que no entiende y ahora sus hijos llaman a endurecer el militarismo contra pueblos originarios. No hay que ser ingenuos, por confiar que el Estado y el gobierno iba a cambiar, cambiamos las calles por oficinas, cambiamos las paredes por comunicados y ahora cambiamos nuestras reuniones por el zoom, el meet y el whatsapp.

Estos criminales ahora se echan a descansar sobre la hamaca, las maletas y las alfombras llenas de dinero, porque saben que nuestra resistencia es “simbólica” y muchas veces hasta “folclórica” y “discursiva”. Los jóvenes aparecen desideologizados y amaestrados por el neoliberalismo. Las reuniones de los progresistas, izquierdistas, mayas y Otrosy- Otras siguen siendo como misas o cultos entre convertidos. Las resistencias comunitarias caminan solas y eso es bueno, porque así no se contaminan con la actitud oenegeizante de los movimientos sociales urbanos. Los procesos de justicia por el genocidio pasado siguen marcando su propio paso, pero sólo si es impactante genera opinión pública y surgen los comunicados de solidaridad; si no, quedan en el silencio.

Esto sucede en la aldea y la finca guatemalteca. Los dueños de la finca, que ahora no son sólo los criollos y oligarcas tradicionales, sino también la narcocleptocracia y los llamados empresarios y políticos emergentes, siguen amarrando y fortaleciendo sus fuerzas. Este amarre no sólo es nacional, es internacional. Hace una semana una diputada española afirmaba que hay que cuidarse del tsunami neocomunista en la región latinoamericana. Se sabe que la extrema derecha europea está de viaje por nuestro continente, haciendo campaña en contra de los llamados gobiernos y líderes “progresistas”, ahora “neocomunistas”.

Por último, la alianza no debe ser sólo para las elecciones. Urge una articulación y romper el cerco del miedo, del conformismo. Los parques, las plazas, los barrios, las aldeas y las calles deben llenarse con los pueblos de abajo.

__________

Kajkoj Máximo Ba Tiul, del pueblo maya poqomchi, es antropólogo, teólogo, filósofo, investigador y profesor universitario.

comentarios de blog provistos por Disqus