LA CARAVANA POR EL AGUA RECORRE LUCHAS Y VICTORIAS EN CURSO / 300
LA TRAVESÍA POR DIVERSOS PUEBLOS DEL CENTRO Y SUR DEL MÉXICO DE ABAJO
Veracruz, Veracruz
Desde el 22 de marzo de este año la Caravana por el Agua y la Vida, integrada por más de 40 organizaciones de diferentes partes de México, emprendió un camino de articulación de las resistencias anticapitalistas. A su paso ha documentado y denunciado los proyectos de muerte que se han impuesto en los territorios visitados. La caravana ha elevado las consignas contra el despojo en el plano mediático del que son vetados los pueblos y defensores ambientales. En cada territorio visitado, los testimonios acerca de la complicidad de instituciones como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con las empresas capitalistas han puesto en evidencia la participación del Estado en el desastre ambiental que la industria provoca.
Por ejemplo: para las empresas, la cuenca Libres Oriental, en Puebla, es uno de los lugares estratégicos para desarrollar sus proyectos de despojo, contaminación y muerte. Los campesinos que se dedican a la siembra de maíz, cebada, frijol y haba se enfrentan a la sequía y contaminación que producen consorcios como Driscoll, Iberdrola, Granjas Carroll y Audi, así como terratenientes que acaparan las tierras. Para fortalecer el despojo, el Estado envía a las fuerzas armadas para realizar “operativos de alto impacto” con la finalidad de reprimir a las comunidades que se organizan, como ocurrió el pasado 23 de marzo en la colonia José Morelos y Pavón, municipio Libres, cuando un grupo táctico de más de 200 elementos encapuchados detuvo a dos personas de la comunidad.
Estas empresas se desenvuelven con absoluta impunidad y no sólo despojan a los pueblos del vital líquido que yace en el subsuelo, sino que además evitan que se recuperen los mantos freáticos al ahuyentar la lluvia con cañones antigranizo, prohibidos desde el 2006, pero que continúan siendo utilizados por la industria para cultivos intensivos cuya producción se altera con las precipitaciones. Los pobladores relatan que anteriormente muchos permanecían escépticos sobre la existencia de estos cañones, hasta que observaron el fenómeno de desaparición de nubes. Sólo cuando hay huracanes, advierten, logran reponerse un poco de la permanente sequía que padecen en el campo. Los efectos de los cañones antigranizo en el clima no se limitan a los municipios que integran la cuenca Libres Oriental, pues se expanden a los estados de Hidalgo, Morelos, Tlaxcala y Veracruz, contribuyendo al desequilibrio de la naturaleza, que se manifiesta en forma de huracanes, inundaciones e incendios.
Los pequeños productores añaden que les niegan las concesiones de extracción de agua para los cultivos, para entregarlas sin restricción a las empresas extranjeras y a los terratenientes de la región.
Irónicamente, la presencia del programa asistencialista Sembrando Vida del gobierno federal, se instaura en esta zona que carece de agua, por lo que los pobladores señalan que se ven sometidos a una gran presión para cumplir con las exigencias del programa, y se preguntan: ¿cómo regamos los árboles de Sembrando Vida si no tenemos agua?
Montañas tóxicas y el socavón en la Región Cholulteca
La Caravana por el Agua inició en el valle de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, donde empresas como Ternium (productora de derivados de metal), Bonafont-Danone, Volkswagen, Ciudad Textil y el basurero municipal de San Juan Tlautla cuentan con la permisividad y protección de los gobiernos locales, estatal y federal, para saquear el agua, como lo denunciaron los pueblos nahuas que integran la organización Pueblos Unidos de la Región Cholulteca, cuyos integrantes relataron la represión que se ejerció contra ellos el 30 de octubre de 2019 por parte de la policía estatal y la Guardia Nacional, debido a su defensa del río Metlapanapa. Narraron también el operativo que encabezó la Guardia Nacional en compañía de policía militar, Equipo Táctico, y policía estatal y municipal de Juan C. Bonilla el pasado 15 de febrero, día en el que desalojaron a los pobladores que resguardaban Altepelmecalli, La Casa de los Pueblos, que se construyó sobre las ruinas de la empresa Bonafont-Danone.
La complicidad de los gobiernos con las empresas dejan resultados visiblemente desastrosos: una montaña de basura en San Juan Tlautla y sus fluidos tóxicos de color negro que se filtran al subsuelo; un socavón con 117.86 metros en su diámetro mayor y una profundidad superior a los 44.5 metros, que apareció en la comunidad de Santa María Zacatepec debido a la sobre explotación del agua; mientras que en Xoxtla y Tlaltenango se levanta una muralla de polvo formada con desechos de los derivados del metal que produce la empresa Ternium. El polvo viaja con el viento dejando a las tierras de cultivo de los alrededores de color grisáceo, y los afluentes de agua muertos y contaminados con desechos tóxicos, como ocurre en el río Prieto y en las lagunas sagradas El Almolón, que están prácticamente secas.
Los pueblos que cerraron la empresa Bonafont-Danone en San Mateo Cuanalá demostraron que son las empresas las causantes de la sequía en las comunidades, pues al parar la producción de la misma volvió el agua, según relatan los pobladores de los 20 pueblos unidos, pero aun así continúan vigentes los permisos y concesiones otorgados a las industrias, en detrimento de la vida de las comunidades nahuas.
Siete años, dos amparos y la resistencia contra las minas
Llegó la caravana a Ahuacatlán, en la Sierra Norte de Puebla, donde cientos de personas se dieron cita en la 32a asamblea para la construcción de planes de vida en el territorio de los pueblos maseual, tutunakú y mestizo. Aquí subió el ánimo de los caravaneros y caravaneras cuando los pobladores de Iztacamaxtitlán y Cuetzalan relataron cómo lograron la cancelación de las concesiones de las empresas mineras Gorrión y grupo Carso, a través de la articulación de los pueblos y por decisión de asamblea. Aunque aún pueden revertirse los resolutivos de los amparos, nada podrá hacer que los pueblos olviden que unidos se pueden parar los proyectos de muerte. Sus testimonios se compartirán en otros territorios en lucha contra las mineras.
El sábado 2 de abril la caravana entró a la montaña baja de Guerrero, con la organización CIPOG-EZ, para romper la barrera que la violencia impone y cerca a los pueblos que se organizan y se defienden con su policía comunitaria.
El camino de la caravana continúa su paso denunciando internacionalmente las zonas de muerte que el gran capital y el Estado dejan a su paso, y se encuentra con pueblos y comunidades que se organizan y luchan por la vida.