TERRITORIOS FRONTERIZOS DEL SOCONUSCO
A CASI CUATRO AÑOS DE LA PRIMERA “CARAVANA MIGRANTE”
Se pensaba que las caravanas serían parte de un fenómeno social pasajero, sin embargo, sólo se detuvieron en la pandemia, cuando los países centroamericanos impusieron medidas rígidas para las entradas y salidas de personas. Los países que integran la Plataforma de Apoyo al Marco Integral Regional. Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México, Honduras y Panamá, firmaron un acuerdo para “proteger” de la Covid a los migrantes, asumiendo compromisos como mantener la atención a las solicitudes de refugio y trámites migratorios. Sin embargo, este mecanismo fue utilizado para impedir el paso a los territorios nacionales. Disminuyó notablemente el número de migrantes que pasaron por México y los trámites migratorios se detuvieron a pesar de los acuerdos.
La pandemia cedió y la vida poco a poco volvió a la normalidad, las fronteras centroamericanas se abrieron propiciando que los flujos migratorios se intensificaran. Las políticas migratorias mexicanas se endurecieron después de los acuerdos con Estados Unidos, México acepto recibir a población centroamericana mientras esperaban respuestas a sus solicitudes de asilo en aquel país; la frontera norte se saturó de población que busca pasar hacia los Estados Unidos y población que está en espera de respuesta a su solicitud de refugio.
Para soportar la presión, el gobierno de México prácticamente cerró la frontera, las revisiones las hacían cada vez más cercanas a la línea fronteriza. Fuimos testigos de cómo en el paso fronterizo El Coyote, al bajar de las cámaras usadascomo lanchas, los migrantes debían entregar sus documentos a los agentes de migración, para quienes no traían no había paso hacia Ciudad Hidalgo.
Las personas, en su mayoría guatemaltecas, se molestan, pero a la vez justifican la medida, porque tambiénrechazan a los migrantes que vienen de otros países, y exigen trato diferenciado. “Nosotros sólo vamos a comprar y regresamos”. A finales de 2021 y principios de 2022, la formación de caravanas se aceleró. El gobierno de Guatemala aplicó medidas disuasivas e incluso usó las fuerzas policiacas para destruirlas, por lo que a México llegaron grandes flujos de personas desorganizadas huyendo de las redadas aplicadas. Después de esas experiencias los flujos migratorios en caravanas se hicieron menos visibles, entraban por diferentes frentes y se reorganizaban en Tapachula, por lo que este lugar se saturó de población de diversas nacionalidades.
Los haitianos hicieron su aparición de manera notable. La población local los señala como los extraños que se están apropiando del territorio. Los empresarios y prestadores de servicios exigen al gobierno mexicano que detenga la llegada de migrantes, a quienes asocian con inseguridad, delincuencia, suciedad y pobreza.
Aun así, en conversaciones sostenidas con población local, pudimos percatarnos que hay personas que empiezan a aceptar a los migrantes, incluso, porque reconocen que les trae beneficios; no todos los migrantes son pobres, los que tienen recursos comen en restaurantes y pagan hospedaje, de hecho, el periódico local más importante de Tapachula tiene una sección en francés, lo que explica la importancia de la migración haitiana. Muchos desarrollaron actividades económicas alrededor de la vida de éstos, como los servicios de fotocopias, impresiones, llenado de formatos. Los taxistas están contentos por el ingreso que les representa mover a los migrantes de una oficina a otra, “éstos traen dinero”, comentaron.
El mercado público es un punto que demuestra los cambios registrados en el lugar, de las típicas vendedoras encabezadas por las “canasteras” muchas llegadas de Guatemala, que venden sus verduras en la calle, ahora encontramos infinidad de puestos en carretillas o en las banquetas atendidos por población de diversos países, africanos y haitianos principalmente, venden productos que ellos consumen y que han encontrado en la región, camote, plátano, un tipo de frijol, entre otros. Pero también distribuyen comida preparada, la cual es comprada por sus mismos “paisanos”, otro negocio que llama la atención es la venta de enseres domésticos que los migrantes que van avanzando venden a un revendedor que los compra y a su vez los vende a los que llegan, parrillas y cilindros de gas, platos y ollas; otros distribuyen agua y refrescos. La música que se oye en el mercado es novedosa, ¿afrocaribeña? Se ha desarrollado una economía marginal y culturalmente diferenciada.
Las rentas de casas es otro negocio de la población local, los costos de las casas se han elevado por la gran demanda, hay migrantes que tienen recursos para pagar rentas y eso también es notorio, pero también hay rechazo hacia esta práctica. En Ciudad Hidalgo hay un acuerdo para no rentarles, los acusan de aglomeraciones en un solo espacio y generar inseguridad en los fraccionamientos.
CONFLICTOS
En diciembre de 2021, el mercado y el centro de Tapachula estaba saturado de población que estaba atrapada, esperando se les autorizara continuar, la población local manifiesta su descontento y exigen a las autoridades para que actúen sacando a los migrantes de las calles. En octubre de 2021 las organizaciones Pueblos sin fronteras y el Centro de Dignificación Humana organizaron una caravana que salió de Tapachula caminando por toda la carretera Panamericana para atravesar el país. Esto trajo conflictos con población de los municipios que cruzaron y con autoridades de migración. El gobierno de México implementó la estrategia de ofrecer autobuses a estos grupos para llevarlos a diversos estados de la República, para atenderlos debido a que los servicios locales estaban saturados.
Al principio la propuesta no fue aceptada: Posteriormente muchos aceptaron, y en Tapachula exigieron el mismo trato. Se formaron enormes filas con la intención de beneficiarse de esta estrategia, como decían “lo importante es avanzar”, la gran demanda saturó la oferta de transporte, generando un caos en diversos espacios de la ciudad. Los migrantes acusaron a las autoridades de ello, incluso afirmaban que los engañaban para que corrieran de un lugar a otro buscando transporte, eso generó enfrentamientos con autoridades de migración y problemas entre los propios migrantes. Los centroamericanos acusaron a los haitianos de no respetar el orden y apropiarse de los autobuses, ante la desesperación grandes grupos fueron avanzando sobre la carretera y tomándola con la intención de presionar a las autoridades, quienes organizaron y atendieron a los migrantes dependiendo de su país de origen, lo que calmó los ánimos.
En recorridos efectuados en 2022, observamos cambios en los municipios fronterizos, el número de migrantes ha disminuido de manera notoria, lo cual no implica que hayan bajado los flujos hacia México, las formas de ingreso se han diversificado. Los cruces dejaron de hacerse a la luz del día. Los “coyotes” se han reorganizado y trabajan de manera que no es fácil identificar, los migrantes que siguen haciendo trámites en Tapachula son menos y lo hacen de manera más ordenada, siguiendo los largos procesos para obtener una cita en INM o en COMAR. Todos los días se forman filas de doscientas personas con cita para revisión de documentos, para llegar a este punto ya debieron haber hecho el trámite para obtener la cita.
Aún así, la gente que habita las colonias donde están las oficinas mantienen su rechazo. “Es demasiada gente que se reúne diariamente y ensucia las calles”: No hay servicios sanitarios en el lugar, permanecen en la calle hasta que son atendidos.
Las calles del centro ya no están saturadas de migrantes, son visibles las construcciones nuevas y locales comerciales abiertos. “Estamos recuperando la ciudad”, comentan. Los migrantes están en las calles, en el mercado todavía ofrecen comida, y otros productos propios de otras culturas, pero ha disminuido la presión sobre la ciudad, ahora encontramos otro tipo de migrantes, flujos de población rusa y ucraniana. Estos tienen recursos: “pagan hoteles y comen en restaurantes”.
El problema para la población migrante no se ha resuelto y los conflictos que se generan por las aglomeraciones en estas ciudades fronterizas sólo se han dispersado a otras ciudades del país.
Las causas de las migraciones forzadas aún permanecen, los desastres “naturales” se aceleran al igual que la violencia. No se visualizan alternativas para resolver los conflictos políticos y la falta de oportunidades, por lo que es de esperar que los flujos continúen y ante la evidente continuación de la securitización de las políticas migratorias globales, se prevé la reorganización del crimen organizado, que ha reestructurado sus redes regionales e internacionales integrando a población local, generando violencia en todo el territorio chiapaneco, además de un alto número de migrantes muertos en al menos dos terribles accidentes, uno en Chiapas en diciembre de 2021 y otro en Texas recientemente.
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DOLORES CAMACHO VELÁZQUEZ Y ARMANDO MÉNDEZ ZÁRATE son investigadores: Cimsur-Unan y COLMICH. Proyecto PAPIIT-DGAPA-UNAM.