EL FUTBOL LA HARÁ LIBRE / 306 — ojarasca Ojarasca
Usted está aquí: Inicio / Página Final / EL FUTBOL LA HARÁ LIBRE / 306

EL FUTBOL LA HARÁ LIBRE / 306

LAMBERTO ROQUE HERNÁNDEZ

Aparentemente a Baasima le vale madres lo que, en su lengua materna, le dicen Abdul y Bakar o Neymar Jr. y Messi como cada uno de ellos se autonombran. La niña les hace señales con las dos manos, así como mandándolos lejos. Me mira, levanta los hombros como diciéndome “whatever” y casi casi me ordena que le enseñe a patear el balón de futbol. Se viste los tenis que lleva en una bolsa, se enrolla los pantalones y acomoda su hiyab. Se acomoda la mascarilla porque aún estamos en pandemia. Y con sus enormes ojos negros me avisa que está lista.

Abdul, quien es el que más inglés habla, se me acerca y me dice que no patee la pelota con ella. Que si sus padres se enteran no estarán de acuerdo. Que la regañarán porque las mujeres no deben jugar al futbol. Me aclara que le han estado diciendo eso a Baasima, pero por lo visto no les hace caso. Momentos antes los acababa de mandar a la chingada por lo mismo. Lo único que le digo a Ney es que la dejen en paz, que ya está en el sexto grado y que ella tiene que decidir si juega al futbol o no. El chico se molesta y se aleja agitando los brazos y, tal vez hasta mentándome la madre en su lengua original.

Los niños migrantes que llegan a las escuelas en el área de la bahía en el norte de California ya no son solamente centroamericanos, niños de las caravanas. Hijos de mexicanos. Samoanos, de las Islas del Pacifico, y más. Ahora se agregan los niños afganos con su variedad de colores de piel, rasgos físicos, ojos, cabello y maneras de hablar. Se caracterizan porque andan en grupos. Se ayudan entre ellos principalmente para aprender de manera rápida el idioma inglés. Hacen tribus. Por lo general hay un líder, hombre por supuesto, que habla por los demás. Neymar Jr. es uno de ellos. De buen porte. De piel blanca y ojos azules profundos como el cielo. Muy inteligente. Musulmán porque me lo ha dicho con orgullo, y reverencia. Sus compañeros le siguen, lo escuchan, y obedecen cuando arma las retas de futbol a la hora del recreo. Por supuesto no incluye a las niñas.

Baasima es la primera en el caso de nuestra escuela que se ha rebelado, y quien está dispuesta a ir contra corriente de las costumbres de su cultura bien arraigadas, traídas hasta esta parte del mundo.

A la hora del receso, les da aire a sus tenis que esconde como si fueran frutas prohibidas.Toma la pelota de futbol que guardo pare ella en el salón de clases y sale a retar al mundo. Le salen alas.

Ya sobre el pasto, patea la pelota con determinación, y sabe que ni Neymar Jr. ni Messi la harán libre. Por ahora, para eso le basta un balón.

comentarios de blog provistos por Disqus