SANCTORUM, UNA PELÍCULA EN TERRITORIO AYUUK
MEDARDO DÍAZ, COMUNERO DE TLAHUITOLTEPEC, OAXACA, OBTUVO EL PREMIO PANTALLA DE CRISTAL
A pesar de la pandemia de Covid-19, declarada emergencia sanitaria en nuestro país a finales del mes de marzo del 2020, el Festival de Cine Pantalla de Cristal no dejó de realizar su festival de cine internacional, ni la ceremonia de entrega de premios. En esa ocasión se realizó de manera virtual en el mes de noviembre, cumpliendo así su compromiso con la comunidad cinematográfica de México, como lo hace cada año desde 1999 por José Antonio Fernández, fundador de la revista de cine mexicano Pantalla.
En la edición XII de los Premios de Pantalla de Cristal, la película Sanctorum, del director poblano Joshua Gil, obtuvo once nominaciones: Mejor película, Dirección, Actor de reparto, Fotografía, Guión, Edición, Post/Efectos visuales, Post/Corrección de color, Animación, Banda Sonora/Diseño de audio y Banda Sonora/Música.
De las once nominaciones se llevó cuatro estatuillas: Post/Corrección de color (Ernie Schaeffer), Post/Efectos visuales (Alejandro Miranda), Banda Sonora/Música (Galo Durán) y Actor de reparto (Medardo Díaz Gutiérrez, originario del municipio de Tlahuitoltepec Mixe Oaxaca, territorio originario donde se filmó la película a finales de 2017 e inicios del 2018).
Sanctorum (2019) es el segundo largometraje de Joshua Gil, quien llegó al territorio mixe a través del autor de este artículo en octubre de 2017. Después de muchos viajes y la búsqueda de locaciones, la última semana de diciembre ya se estaba rodando la película entre dos comunidades mixes: Tlahuitoltepec y Huitepec, además de otra locación fuera de la región. La segunda película del también director de La maldad (2014) es una mezcla de documental y ficción.
Todo transcurre en una pequeña y olvidada comunidad de montañas cubiertas de árboles donde viven un niño pequeño y su madre. La vida tradicional de la comunidad ha sido desarraigada desde que quedó atrapada en el fuego cruzado de la guerra entre los militares y los cárteles. Con pocas oportunidades de trabajo y sin suficiente dinero para mudarse a otro lugar, la madre cultiva mariguana para los cárteles. Un día, ella no regresa del trabajo. Golpeada por el dolor, la abuela dice al niño que vaya al bosque y rece al sol, al viento y al agua para que le devuelvan a su madre ilesa. Mientras los soldados llegan y los aldeanos se preparan para su última batalla, el impresionante poder de la naturaleza se manifiesta.
Medardo Díaz (1975), ex trompetista y fundador de la legendaria Banda Sinfónica de Tlahuitoltepec Mixe (BASTLAM) de los años noventa, participó en varias agrupaciones musicales de trayectoria nacional e internacional, en orquestas nacionales y bandas filarmónicas de la comunidad, y retornó a su pueblo natal por un accidente que le arrebató el sueño de seguir sonando su trompeta. Recopiló los cantos y rezos fúnebres de Tlahuitoltepec en un libro titulado El último adiós a los nuestros porque considera que cantar a la muerte es una forma de crear y recrear el proceso de la vida.
El papel que tiene Medardo Díaz en el filme es el de un militar. Siendo elemento del ejército, tiene que lidiar con las órdenes de sus mandos y entender la situación precaria de sus familiares en su comunidad, asediados por los narcos y por los militares mismos como institución del Estado. Nunca lo vemos activar su arma contra su propio pueblo; la abandona para reconciliarse consigo mismo a través de la naturaleza arrodillado a lado de un río manchado de sangre. Su actuación le valió la Pantalla de Cristal en 2020. Dos años después de serle otorgada, Medardo Díaz recibe la estatuilla sin ceremonia, pero orgulloso de ser el primero en recibir dicho reconocimiento en la comunidad y región, así como participar en el proceso de una película que apunta a un cine comunal con la participación directa y activa de la población entera de Huitepec y personas de Tlahuitoltepec, gracias a la sensibilidad del director Joshua Gil de atrapar la historia y la cosmovisión del pueblo mixe.