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SAN ISIDRO, JALISCO. LA LEGITIMIDAD DE SU LUCHA

EVANGELINA ROBLES GONZÁLEZ (COLECTIVO POR LA AUTONOMÍA)

Después de 83 años, las campesinas y los campesinos del ejido San Isidro, en el municipio de San Gabriel, Jalisco, podrán acceder a la totalidad de su territorio ejidal.

Son la tercera y cuarta generación campesina, hijos de aquellos peones acasillados en la hacienda San Isidro y la hacienda El Petacal, los mismos que, de manera secreta ante la violencia que vivían, solicitaron dotación de tierras a la Secretaría de la Reforma Agraria en 1938. Ahora, el pasado mes de julio de este 2022, sus hijos y nietos recibieron a través de la ejecución complementaria de su Resolución Presidencial la superficie pendiente de 280 hectáreas de un total de 536 que les dotaron el 23 de agosto de 1939.

La autoridad competente fue la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu) acompañada de una brigada del Registro Agrario Nacional (RAN) y otras autoridades competentes, estando presentes la representación ejidal a través de su comisariado presidente Raúl de la Cruz, secretario Raúl Villaseñor y tesorero Alejo Enciso, los ejidos colindantes de Alista y Copala, así como la persona moral Nutrilite Sociedad de Responsabilidad Limitada de Capital Variable, también conocida como AMWAY, quien ostentaba la posesión del predio denominado “El Petacal”, todos ellos notificados y citados previamente para hacer de su conocimiento la diligencia de los trabajos de posesión y deslinde complementarios de la Resolución Presidencial sobre el ejido. Todos ellos, incluido el representante legal de Nutrilite, firmaron de conformidad el acta levantada para dar la formalidad necesaria a este acto jurídico.

Concluido el recorrido, los asistentes a la diligencia de ejecución el 14 de julio de 2022 manifestaron su completa conformidad con la realización del “caminamiento perimetral”, quedando deslindadas las 280 hectáreas y debidamente identificadas, por lo que se pudo hacer la entrega jurídica de ellas con todos sus usos, “accesiones, costumbres y servidumbres”, tal y como lo señala la Resolución Presidencial de fecha 23 de agosto de 1939, haciendo formal la entrega al comisariado ejidal en representación del ejido San Isidro. En cuanto a la posesión física y/o material, se les informó a los ejidatarios presentes que el área de 160 hectáreas que estaba sembrada o parecía estarlo (con fundamento al artículo 302 de la Ley Federal de Reforma Agraria derogada pero aplicable al caso en concreto) quedaría en posesión material de la empresa NUTRILITE-AMWAY hasta antes del 14 de enero de 2023. El representante legal de la empresa estuvo de acuerdo en desocupar la superficie plenamente identificada con cultivos de perejil, limón, garbanzo, alfalfa, romero, nopal y ebo antes de esa fecha —cuando se hará la entrega material de estas tierras ahora ejidales por las autoridades correspondientes al ejido.

Ésta ha sido una lucha legítima que pareciera ya resuelta, pero aún falta el último momento. El ejido ya tiene su carpeta básica, la posesión de 376 hectáreas y le queda pendiente recibir la entrega material de 160 hectáreas el día 14 de enero del 2023. Ya las ejidatarias y los ejidatarios de San Isidro demostraron en diversas instancias administrativas, tribunales agrarios y juzgados, acompañados y asesorados en más de 20 anos por las abogadas Carmen y María Figueroa González, ser los legítimos propietarios de las 280 hectáreas que estuvieron pendientes por décadas y recién les entregaron jurídicamente en julio a través de su comisariado. Son 83 anos de esperar el acceso a la justicia, que no fue rápida ni expedita como marca la ley. Son más de dos generaciones de campesinas y campesinos que no pudieron disfrutar de las tierras que les fueron dotadas de manera legal y que tuvieron que vivir en una lucha constante contra la descalificación cotidiana que la empresa hacía de su lucha, avalada por funcionarios locales y estatales. Los comisariados y ejidatarios tuvieron que utilizar su tiempo y recursos gastando en traslados, juicios y trámites de manera incansable para demostrar su razón histórica y jurídica, recursos que pudieron usar en el cuidado y disfrute de su territorio.

En los últimos meses apareció un grupo ajeno al ejido encabezado por personas externas, vecinos del ejido y unos abogados que han estado generando rumores, intentado descalificar a la representación ejidal de Raúl de la Cruz y a la que fuera la abogada por muchos años en esta lucha, Carmen Figueroa.

El grupo ajeno le ha estado generando falsas expectativas a vecinos de la región sobre las tierras del ejido. Es sospechosa esta actitud ya que intenta dividir los ánimos del ejido y la región en un momento estratégico de resolución, pues la empresa sería la única beneficiada con la fragmentación del ejido.

San Isidro ha sido un ejido pionero en la agricultura orgánica y agroecológica, son maestros de la captación de agua de lluvia, la recuperación de suelos y el cuidado de las semillas criollas y nativas. En tiempos donde la salud, la buena alimentación, un medio ambiente sano y frenar el cambio climático son temas que nos preocupan de manera cotidiana, el logro del ejido San Isidro de la mano de su comisariado ejidal es esperanzador. Por eso es importante para todo el sur de Jalisco, ahora acaparado por el Gigante Agroindustrial que ha deforestado más de 22 mil hectáreas de bosque para el aguacate de exportación, que tiene miles de hectáreas ocupadas por invernaderos para la producción de berries y que ahora se está convirtiendo en productor de agave para tequila y uva, que el ejido San Isidro recupere tierras para la agricultura campesina.

San Isidro fue sede de una de las preaudiencias más significativas del proceso del Tribunal Permanente de los Pueblos al simbolizar la lucha contra el despojo y la invisibilidad de los pueblos campesinos en la territorialidad, la subsistencia y una vida digna. Ese proceso ha sido semillero de varias generaciones de estudiantes que han encontrado en San Isidro y su claridad la fuerza y el entendimiento para emprender otras luchas y otras batallas jurídicas en otros territorios. Son miembros de redes nacionales y regionales como la Red en Defensa del Maíz, la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales o la Red de Alternativas Sustentables Agropecuarias de Jalisco, y han sido parte de la campaña internacional We Feed the World para demostrar que los pequeños agricultores son quienes alimentan al mundo.

Si NUTRILITE-AMWAY abrió el campo del sur de Jalisco a la agroindustria, ahora San Isidro puede contrarrestar esta tendencia industrial y de acaparamiento de tierras y agua mediante el impulso a la recuperación de suelos, la biodiversidad, las semillas nativas y los alimentos sanos para la región y el país.

Celebrar la lucha y la legitimidad de San Isidro es reivindicar la lucha por la autonomía, la vinculación de la gente con su tierra desde las meras raíces de su historia y reivindicar la agricultura campesina contra todo el destino agroindustrial que han querido imponer mediante megaempresas, invernaderos y agricultura de plantaciones, ajena a las raíces y tradiciones y estrategias agrícolas de la población.

Estemos pendientes de que el 14 de enero del 2023 las autoridades agrarias correspondientes cumplan su compromiso de concluir el proceso de ejecución presidencial complementaria entregando la posesión material de las 160 hectáreas que la empresa NUTRILITE-AMWAY se comprometió legalmente a desocupar hace 5 meses por ser tierras de propiedad del ejido San Isidro.

Desde aquí convocamos a apoyar al ejido San Isidro, a su representación agraria y a su representación legal para fortalecer la unidad ante este logro histórico, fruto de su entereza y su constancia por defender la tierra y la vida digna en un campo mexicano inmerso en la violencia.

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