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RESACA ELECTORAL EN GUATEMALA

KAJKOJ MÁXIMO BA TIUL

En América Latina hemos tenido muchas experiencias de cómo presidentes y equipos de gobierno que se presentaron como la alternativa al estatus quo y a la vieja política se desgastan en poco tiempo. Este desgaste obedece a muchas razones, tanto internas como externas, como la improvisación de programas,1 el oportunismo,2 no tener la capacidad de encarar abiertamente las demandas de los pueblos,3 y la poca capacidad de sentir y pensar desde lospueblos.4 Si no se articula un trabajo serio con los pueblos, con los de abajo, poco a poco se desgastan, hasta terminar en una situación peor o igual al antecesor. Ejemplos sobran: Correa en Ecuador, Evo en Bolivia, Boric en Chile, Alberto Fernández en Argentina y otros. No olvidemos que el progresismo en América Latina le debe mucho a los pueblos originarios.

Sin ser animal de mal agüero, pero ante la actual resaca electoral es bueno que pongamos los pies firmes sobre la tierra. Nuestras perspectivas en el caso de Bernardo Arévalo y su equipo son muchas, porque así son los problemas de nuestro país. La corrupción es uno de los problemas que, si en verdad ha influido en situaciones deplorables de los guatemaltecos y guatemaltecas, no olvidemos que el gran problema es el sistema capitalista neoliberal y quien construye criminales, que incluso están dispuestos a matar hasta a sus propios pares.

La corrupción, el crimen organizado, los pactos criminales y delincuenciales, contratistas del Estado, sicariato, genocidas, etcétera, son instrumentos del capitalismo neoliberal y parte consubstancial de él. El capitalismo no podría subsistir si se eliminan estos sujetos que la reproducen; no por casualidad en las últimas de cambio también se subieron al barco “semillero” Dionisio Gutiérrez y sus amigos del grupo de Lima, quienes no sólo han reprimido, sino que han despojado de tierras, territorios y bienes a los pueblos de Guatemala, también de América Latina.5

Bernardo Arévalo, hoy presidente electo, ha generado mucha expectativa, levantando las esperanzas de cambio en Guatemala, sobre todo en relación a la corrupción, uno de los cánceres del país. Es importante y debemos estar conscientes que el presidente y su equipo, de forma solitaria y aunque tengan la voluntad política de hacerlo, no podrán avanzar. Necesita no sólo del apoyo de los pueblos, sino que el pueblo se involucre en este proceso cimental de cambio.

La idea “le vamos a cumplir al pueblo de Guatemala lo que le hemos prometido” debe entenderse que “trabajaremos unidos con el pueblo”; en caso contrario, se estaría alejando del principio que “no puede haber gobierno sin pueblo”. Tampoco se trata que “vénganse y articúlense con nosotros”. Bernardo Arévalo, Karin Herrera y su equipo de trabajo deben hacerse pueblo y escuchar de forma más fría las necesidades y demandas de los pueblos, para construir, ahora sí, un mejor plan de gobierno y de trabajo, porque hay mucho que hacer. Hacer que el Estado no se quede en la ciudad, en lo urbano, sino que deberá llegar a los pueblos y comunidades de nuestra Guatemala Profunda. Todos y todas, como un ejército no armado de fusiles, sino de voluntades para hacer cambiar el país.

El pueblo trató de vencer el miedo. Los discursos de odio —racistas, xenófobos, homofóbicos, misóginos— impulsados por la derecha hostil no intimidaron a la gente. Porque algunos sectores, sobre todo jóvenes, están queriendo salir del conservadurismo. Pero hay muchos que siguen siendo presas de posturas conservadoras. ¿Por qué en territorios indígenas en donde ganó la UNE siguen siendo los territorios donde se ejecutó fuertemente la política contrainsurgente, territorios que después votaron por el FRG, el PP, LIDER, FCN, VAMOS? Quienes promovieron odio, ganaron en territorios donde opera el narcotráfico, producción extractiva, desalojos, presencia de iglesias evangélicas pentecostalistas. Además, donde supuestamente se ejecutaron los programas sociales de la UNE, PP, FCN, como la bolsa solidaria, mi familia progresa, plan hambre cero, etcétera.

Territorios donde se concentra el número más alto de desnutrición, los problemas de salud y educación, dificultad en el acceso a las comunidades, nivel más alto de pobreza y extrema pobreza, en donde aún las personas viven en situación de colonato, producto de la relación latifundio-minifundio. En donde se ejecutan políticas de desalojos violentos en contra de indígenas y campesinos. En donde las religiones han entrado a dividir las comunidades, pero también en donde operan la mayor parte de ONG desarrollistas, como por ejemplo en Alta Verapaz: el último informe del año 2023 nos dice que operan 69 ONG de todo tipo, además de organizaciones sociales y en donde supuestamente hay procesos de resistencia en contra del extractivismo.

Seguimos teniendo una relación desigual entre lo urbano y lo rural. Lo podemos ver en el mapa de votaciones que el Movimiento Semilla ganó principalmente en territorios con población mayoritariamente urbana. Otra posible explicación es que la corrupción, como lo dijimos en 2015, es sentida por personas de clase media, que pagan impuestos y extienden facturas para cualquier servicio. Mientras que las personas del área rural, si mucho llegan a pagar su boleto de ornato o algún otro pago en las municipalidades locales, a pesar que es donde se sienten los efectos de la corrupción, como lo describimos anteriormente. Las comunidades rurales han sido sujetos de programas clientelares dirigidos por partidos políticos, ONG, iglesias, instituciones del Estado —Ministerio de Agricultura, Ganaderia y Alimentación (MAGA), Fondo de Desarrollo Social (Fodes), Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN)—, que no crean conciencia, sino los hunden en una total dependencia, limitándoles el derecho de ser “sujetos políticos y sociales”.

Ante esto, un nuevo gobierno debe tener la capacidad de desarrollar un modelo de comunicación honesta y real con la gente. No dudamos que Arévalo la tenga. Una comunicación que trate de construir una nueva cultura política, anti clientelar, anti dependiente y anti oportunista.

El principio de “vamos a cumplir al pueblo”, debe cambiarse por “vamos a trabajar junto al pueblo”. Es una suerte entonces de comenzar de “abajo para arriba”, aunque no se llegue a una propuesta de izquierda.

(Mientras escribo este artículo, 25 de agosto de 2023, corre la noticia de las amenazas de asesinar a Bernardo y a Karen, y que Consuelo Porra pide a gritos el apoyo del resto de Pacto de Corruptos).

 

KAJKOJ MÁXICO BA YIUL, antropólogo, filósofo, teólogo, investigador y articulista maya poqomchi.

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NOTAS:

1. En el caso del Movimiento Semilla, fue el único de esta contienda que presentó un plan de gobierno bien elaborado.

2. Cuidado, porque antes de la segunda vuelta, muchos y muchas “oportunistas” se colgaron a última hora del Movimiento Semilla, tratando de ocupar tierras. Merece mención especial un grupo de “indígenas” que se han acostumbrado también a vivir del Estado y que de “indios permitidos” han pasado a ser “indios oportunistas”.

3. Es importante no olvidar que los pueblos originarios llevan más de 500 años luchando por la recuperación de sus territorios.

4. La historia de los pueblos no es folclore, es vida, es sentimiento, pensamiento, lucha, resistencia y rebeldía.

5. Dionisio Gutiérrez y Multiinversiones al pueblo Q’eqchi’ del Río Chikajb’om; Tuto Quiroga; la masacre de Sacaba y Senkata y el golpe de Estado en Bolivia, Aznar; despojo de casas y apartamento a migrantes bolivianos y ecuatorianos en España, etcétera.

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