SAMIR FLORES, PERIODISTA ASESINADO

SU ASESINATO, UN CRIMEN CONTRA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN: FEADLE

Después de cuatro años y seis meses de impunidad, el asesinato de Samir Flores Soberanes, defensor del territorio nahua de Amilcingo, Morelos, y fundador de Radio Amiltzinko, dio un giro importante: la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (Feadle) atrajo la investigación, dejando fuera a la Fiscalía del estado de Morelos. Hoy toca a esta instancia “demostrar que será imparcial y diligente para dar con los autores materiales e intelectuales”, señaló el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (FPDTA) Morelos, Puebla, Tlaxcala, organización en la que participó Samir hasta el 20 de febrero del 2019, día en el que fue acribillado en el patio de su domicilio.

El reconocimiento de la Feadle de que el asesinato de Flores Soberanes debe ser considerado también un crimen que atenta contra la libertad de expresión sienta un precedente importante en la búsqueda de justicia para quienes desde sus respectivos espacios ejercen la comunicación o el periodismo. Se trata de cerrar la brecha entre los periodistas “profesionales” o de los medios convencionales, y los comunicadores comunitarios que de la misma manera ponen en riesgo su vida, aunque no sólo por su labor comunicativa, sino, a la par, por su activismo en la defensa del territorio.

Samir Flores, herrero, músico, rotulador, campesino, maestro, defensor y comunicador, dormía en su casa la madrugada del 20 de febrero de 2019. Eran poco más de las 5 de la mañana y ya se alistaba para ir a su programa de radio, que transmitía de las 6:00 a las 7:30 de la mañana, llamado “Amanecer Ranchero”. Por la tarde, como todos los días en punto de las tres, daba las noticias del día y comentaba el proceso de lucha contra el Proyecto Integral Morelos (PIM), al que se oponían por el despojo y contaminación que traería a la región.

La noche anterior a su asesinato, su amigo Juvenal se quedó con Samir después de la asamblea. La lucha contra el PIM se había retomado luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador reanudó el proyecto de la termoeléctrica de Huexca, el gasoducto y el acueducto. “Estábamos hablando de las famosas falsas consultas a favor de la termoeléctrica. Se acabó la reunión, dicen los compañeros que en la esquina dudó de hacia dónde irse. A veces se quedaba a dormir aquí en la Radio, pero ese día dudó de si irse para allá o para acá. Y decidió irse para su casa. Ya en la mañana sonaron las campanas a las 5:50 am, salimos bien rápido y las señoras estaban gritando: ‘¡mataron al compañero Samir!’”.

Samir se convirtió en el tercer comunicador asesinado en este sexenio y en el símbolo de los defensores del territorio a los que les han arrancaron la vida en los últimos años. Después de cuatro años y seis meses “de un manejo mediático irresponsable por parte del ahora encarcelado exfiscal de Morelos Uriel Carmona, del encubrimiento, incapacidad, dilación en las investigaciones y montaje de supuestos avances”, hoy corresponde a la Feadle hacer la investigación “caiga quien caiga”, advirtió el FPDTA, y señaló que en el caso son “muchas las personas y actores públicos y privados” involucrados.

El Frente de Pueblos señaló que en el análisis de contexto que realizó la Feadle “se observa una vinculación entre el trabajo de Samir contra el PIM y su asesinato, por lo que será esta una de las líneas de investigación que abrirá, tomando en cuenta las personas y empresas que estaban a favor de este proyecto millonario”.