LAS OTRAS BANDAS. 35 AÑOS DE ROCK EN XEZV LA VOZ DE LA MONTAÑA
La radiodifusora XEZV La voz de La Montaña se fundó el 10 de marzo de 1979, impulsada como una obra de las políticas indigenistas en la región durante el gobierno de José López Portillo. Fue un proyecto pionero de radiocomunicación indígena en México y su objetivo era servir como instrumento para castellanizar a la población indígena. Cuatro décadas después la estación tiene una sólida presencia regional por su labor en favor de la cultura de los pueblos nahua, ñuu savi, me´phaa y ciudadanía de La Montaña. Transmite desde Tlapa y se sintoniza en el 800 del cuadrante de Amplitud Modulada (AM). Actualmente se realizan los trámites para que migre a Frecuencia Modulada (FM). Sus emisiones tienen cobertura en La Montaña, algunas localidades de Oaxaca y Puebla. Mantiene emisiones por la red Internet y establece enlaces con Radio Educación, Radio UNAM, radiodifusoras indígenas y una estación de Nueva York que enlaza a los migrantes. En sus inicios fue objeto de descalificaciones por personas que le adjudicaban ser “la radio de los inditos” y muchos no la escuchaban “porque se hablan dialectos”. Con los años ganó un lugar gracias al trabajo y la creatividad de los locutores. Un gran mérito de la radio y sus trabajadores acompañando las maneras de pensar y sentir de la gente, dando la palabra y el micrófono a la ciudadanía, ofertando música y tendiendo puentes de diálogo.
La radio forma parte de la vida cotidiana en La Montaña. La gente reconoce e identifica las canciones y rúbricas de presentación entre ellas “Tierra Mestiza” de Los Folkloristas, “Pueblo en lucha” de Los Calchakis, “A la izquierda del Colibrí” de Jorge Reyes, la música de bandas y otros sonidos que forman parte del imaginario colectivo. En ese imaginario se encuentran programas como Nuestras Bandas, la radionovela Las Tierras Flacas, la serie 500 Años, El correo de los amigos, la emisión infantil Arcoíris, Nuestros Pueblos, el programa de opinión Resonancias, la sección de avisos La hora del Topil, Tlapalewiliztli: La palabra que ayuda, la locución en lenguas indígenas, la promoción de los derechos humanos, el rock con Las Otras Bandas y otros programas.
La radiodifusora, durante 45 años de servicio, ha pasado momentos de crisis. El primero de agosto de 1994 la radio sufrió un atentado. El equipo y los aparatos de transmisión fueron robados. El hecho mantuvo inactiva a la estación durante tres meses. Reinició sus labores después que ciudadanos y organizaciones realizaran campañas informativas y exigieron a las autoridades restaurar el equipo. A fines del año 2000 se realizaron varios foros sobre el quehacer radiofónico de la estación. En las mesas de trabajo se cuestionó la falta de una política cultural definida, la necesidad de un consejo consultivo, que los trabajadores dieran cobertura a los problemas de la región, que estuvieran más cerca de la gente y emitieran programas con temas como la autonomía y los derechos indígenas. En esa ocasión Juan Neri, un joven me´phaa, mencionó: “Necesitamos una radio donde quepamos todos”.
Actualmente, pese a los bandazos presupuestales, limitaciones administrativas y financieras, sigue ocupando un papel crucial de sensibilización, reflexión colectiva y diálogo con los pueblos y ciudadanos. Ha reorientado sus postulados iniciales para adaptarse a las necesidades actuales en comunicación. A través de La Voz habla la cultura de los pueblos. Es el espacio para artistas regionales, poetas, ancianos, parteras, médicos tradicionales, dirigentes, hombres y mujeres de la región. En sus archivos se guarda un acervo documental auditivo sobre la historia contemporánea de La Montaña en voz de sus propios actores.
En la región han surgido radios comunitarias como Voces de Libertad en el 107.1 FM, Radio Ñomdaa, La Palabra del agua en Sulja´a (Xochistlahuaca) y La Voz de los Pueblos en el 97.4 FM que impulsan los miembros de la Policía Comunitaria. Estas experiencias son inéditas y refuerzan el andar de los pueblos. Se suman a la necesidad de una comunicación desde, con y para las comunidades. Es probable que surjan más ante la necesidad de seguir luchando por el reconocimiento de los derechos indígenas.
LAS OTRAS BANDAS, 35 AÑOS DE ROCK
La radiodifusora es la única estación indígena, a nivel nacional, que transmite un programa de rock: Las Otras Bandas. Todos los sábados a las 13:00 horas inicia “el viaje con las bandas que hacen el rock sin fronteras”. El programa se creó en 1989 con el apoyo del director, entonces, Eduardo Valenzuela, y la iniciativa de jóvenes indígenas y mestizos de Tlapa. Se le denominó Las Otras Bandas porque transmitirían música distinta a la hecha por las bandas de viento regional, sería la música de bandas de rock. En el país se conocen experiencias de grupos rockeros integrados por jóvenes indígenas en Chiapas, Oaxaca, el Estado de México, Sinaloa y otras entidades, pero programas de rock como el de la radio de Tlapa es singular.
El programa es un espacio autónomo, realizado por “la banda y para la banda”. Difunden actividades de los chavos banda, rockeros, punks, heavy metaleros, darks y otras formas de asociación juvenil. Se vinculan con el exterior mediante redes de comunicación con bandas, grupos de rock, colectivos, músicos y rockeros en el país y los Estados Unidos. Mantienen un corredor de información musical e ideas mediante discos, revistas, fanzines, periódicos y ahora el internet. Uno de los primeros locutores del programa, Amílcar Serrano, hace años que emigró a New York y grabó un disco llamado Pata Rajada, dedicado a la lucha y resistencia de los pueblos de La Montaña. Y en eso de resistir, los colaboradores de Las Otras Bandas (de ayer y hoy) han resistido promoviendo tocadas, encuentros, exposiciones de rock, realizando fanzines y difundiendo la cultura de rock y vinculados a las luchas sociales en la región.
Desde tocadas de rock con bandas locales, apoyo a la consulta zapatista (1994), encuentros y expos de rock (1998), eventos con grupos como Herejía y Desahogo Personal (1994), Sin Dios, de Madrid (1999), Tupac Amaruc, Bahoban y Morfina de Chilpancingo (2002), Rabia Proletaria (2021), La Resistencia de México (2022); vinculación con las Juventudes Antiautoritarias Revolucionarias (JAR 2002), hasta difundir por medio de fanzines sus ideas. Ejemplo de ello son El Caracol, Lee y Lucha, Aquí Estamos, que producían colectivos como Montaña Sur, La Komarka Anarka, Colectivo Unidad y Dignidad Rebelde y otros. Las bandas locales aluden a los problemas sociales como Mugre y Miseria, Euforia, Resistencia Total, Ekzodo, Resistencia Urbana, Azul Maíz, El Sótano de Roje, Paz y Vida, entre otros, que son el reflejo de una juventud que con la música de rock se identifica y mantiene una escena independiente y con sus propios recursos. Los locutores abordan con frecuencia temas sobre rock, punk, medios de comunicación, justicia, derechos humanos, luchas indígenas y se articulan con otros colectivos, respaldan iniciativas ciudadanas, indígenas o a organizaciones no gubernamentales en la promoción de los derechos humanos. También realizan actividades de promoción cultural y han sido solidarios con La Otra Campaña, el movimiento #YoSoy132, la exigencia de justicia por los estudiantes de Ayotzinapa y otras luchas regionales. La Voz de La Montaña ha sido un espacio que ha permitido que los jóvenes rockeros se manifiesten y den vida a un movimiento intergeneracional como el rock. En otros lugares de la entidad y la república censuran manifestaciones juveniles. En La Voz hay un espacio y respeto por esta diversidad. Las Otras Bandas, en La Voz de La Montaña, es también el rock y la rebeldía montañera en las ondas hertzianas y el ciberespacio.
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Jaime García Leyva fue locutor del programa “Las Otras Bandas” entre 1991 a 1995 en La Voz de La Montaña. Autor de Radiografía del Rock en Guerrero, Na Sávi. Gente de la Lluvia y diversas investigaciones sobre La Montaña de Guerrero.