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BIODIVERSIDAD EN LOS PUEBLOS MANCOMUNADOS DE LA SIERRA MADRE DE OAXACA

ELÍ GARCÍA-PADILLA

Enclavada en la Sierra Norte de Oaxaca existe una utopía conocida como “Pueblos Mancomunados”, la unión de ocho comunidades zapotecas: Santa María Yavesía, Santa Catarina Lachatao, San Miguel Amatlán, Santa Martha Latuvi, Benito Juárez, San Antonio Cuajimoloyas, San Isidro Llano Grande y La Nevería. Conforman un núcleo agrario de características únicas y reconocido a través de decreto nacional desde el 20 de octubre de 1961. La superficie forestal que ocupan los Pueblos Mancomunados es de un total de 20 mil 849.3 hectáreas, y la vegetación está compuesta de bosques de coníferas, latifoliadas (o ambas), bosque mesófilo de montaña y selva baja caducifolia, según se describe en el último Inventario Forestal del estado de Oaxaca, elaborado por la Conafor.

Pueblos Mancomunados es un referente nacional y mundial en temas como el cuidado, manejo y protección de su territorio y bienes naturales comunes como el caso de su gran riqueza forestal. Es considerado además como el modelo pionero en México de ecoturismo comunitario con 30 años de experiencia en la materia. En la región se practica además un modelo de conservación comunitario. Adicionalmente desde el año de 1997 comenzó con su empresa comunitaria envasadora de agua potable conocida como “Inda Pura”, creando así empleos y desarrollo social en armonía con la naturaleza.

En 2023 un equipo de expertos investigadores locales/ regionales comunitarios más uno externo se reunieron en la comunidad de Santa Martha Latuvi para comenzar con un estudio pionero y piloto en materia del inventario de la biodiversidad de los bosques comunales de esta comunidad zapoteca. Con la venia de las autoridades comunitarias se presentó la propuesta de proyecto financiado por la asociación civil Proyectos para un Futuro Mejor, encabezada por Joel Ramírez Solano. Los exploradores fueron convocados y liderados por el guía de naturaleza Celestino Méndez Hernández, comunero de Latuvi; el equipo de expertos locales estuvo compuesto por el también guía y monitor comunitario de aves Leonel Bautista Bautista, el estudiante de biología de la Universidad de la Sierra de Juárez y experto en orquídeas Cristian Tomás López, los técnicos forestales Alejandro Martínez Luna y Lorenzo Domingo González Hernández, ambos de la comunidad de Latuvi, y el autor de esta nota. El trabajo de campo tuvo una duración de una semana y se cubrió el vasto territorio en sus diferentes tipos de asociaciones vegetales. El objetivo fue documentar fotográficamente e inventariar la mayor cantidad posible de especies de anfibios, reptiles, aves, orquídeas, bromelias y especies forestales a través de la metodología conocida como RAVE (rapid assessment visual expedition, expedición rápida de evaluación visual). El resultado es la Guía visual de la biodiversidad de Santa Martha Latuvi: anfibios, reptiles, aves, orquídeas, bromelias y árboles, en proceso de edición actualmente. Este documento colaborativo, que será presentado en una asamblea comunitaria, servirá como consulta y retribución para la comunidad de Latuvi y sus actores comunitarios. Se pretende que este monitoreo comunitario continúe y se extienda gradualmente a otras comunidades originarias de la Sierra Norte de Oaxaca.

Durante el trabajo de campo pudimos percatarnos de que las principales problemáticas a nivel socio-ambiental de los Pueblos Mancomunados son las concesiones mineras, la plaga del escarabajo descortezador, la presencia de especies exóticas-invasoras como es el caso de la trucha arcoíris en sus ríos, arroyos y cuerpos de agua dulce, la tala clandestina, los incendios forestales, cacería furtiva y tráfico ilegal de especies.

Resulta esencial seguir protegiendo este gran tesoro biocultural en manos de sus dueños legítimos y ancestrales, que son los pueblos originarios en resistencia y pie de lucha a favor de la vida. Como bien apunta el gran biólogo mexicano Juan Luis Cifuentes Lemus, “solamente lo que se conoce se quiere y lo que se quiere se cuida”. Por tanto, es menester documentar a cabalidad, es decir, cuantificar exhaustivamente este tesoro biológico desde la perspectiva del monitoreo comunitario y garantizar así su preservación a perpetuidad desde iniciativas de conservación comunitarias por acuerdos de asambleas comunitarias.

La verdadera esperanza para la conservación de la biodiversidad en México y el mundo reside en los pueblos nación, como es el caso de los zapotecos de la Sierra Norte, los cuales mantienen —después de milenios de ocupación del territorio— coberturas forestales casi intactas de hasta el 98 por ciento. Las autoridades comunitarias, estatales y federales deben garantizar certeza jurídico-económica, soberanía, autonomía, respeto y reconocimiento real y efectivo a las comunidades originarias, custodias del 80 por ciento de la biodiversidad remanente sobre la faz de la Madre Tierra.

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