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MEMORIA DE LOS PASOS PERDIDOS / 321

REGINA AMELCO
Sa’atal Máan / Pasos perdidos,
Marisol Ceh Moo,

(2021)

Todo se trata de la memoria. Sobrevivir al olvido. Un espacio-tiempo propio que se sostiene a pesar de hegemonías y destierros. Nacer y resistir desde los imaginarios que le dan nombre a la identidad. Preservar el recorrido andado por las/es/os otras/es/os. Ahí, en ese primer motor de la existencia, surge la obra Sa’atal Máan / Pasos perdidos, de la escritora maya Marisol Ceh Moo. A través de seis cuentos retrata una cotidianidad permeada por cosmovisiones identitarias que se fusionan, de manera inevitable, con los procesos de colonización impuestos. En el devenir cotidiano de cada historia se revela una memoria colectiva desdibujada por la visión occidentalizada que margina la identidad de los pueblos originarios.

Pasos perdidos, escrito en lengua maya, obtuvo el Premio de Literaturas Indígenas de América (PLIA) en 2019. Ceh Moo fue la primera mujer acreedora a este premio desde la creación del PLIA en 2013.

Como un manifiesto, la autora propone una introducción donde expone su postura política respecto a la escritura en lenguas originarias. Para Sol Ceh Moo resulta primordial desvincular la literatura en lenguas originarias de las revisiones occidentales que estigmatizan su cultura; es decir, abandonar las etiquetas creadas por un canon literario totalmente ajeno que designa a autoras y autores en lenguas originarias a un lugar subalterno por su estándar hegemónico y excluyente.

Antes de Pasos perdidos, la crítica occidental le señalaba a Marisol Ceh Moo una falta de “reflexión” en torno a su propia cultura puesto que el resto de sus obras se mantenían al margen de una temática estereotipada donde se folclorizara su imaginario. Para la autora es evidente que, al ser una mujer maya que escribe, toda su cultura atraviesa su narrativa sin necesidad de recurrir a esta falsa pauta dictada por una tradición canónica fundada en valores occidentales y discriminatorios.

Dentro del mismo apartado, se ahonda en el contenido de los cuentos y se identifica como eje transversal la cotidianidad donde se funden cosmogonías territoriales y los procesos de colonización instaurados. Sol Ceh Moo focaliza la explicación de la poética o andamiaje sobre la cual construye su ecosistema ideológico: lo que une el contenido de sus seis cuentos es nombrado como una ecosofía donde se busca denunciar el desgaste depredador hacia la tierra que, a pesar del daño, nos sostiene: “a la madre tierra le estamos rompiendo el espíritu y sobre todo la dermis, donde nos permitió colocar nuestros pies para acariciarla y nos tornamos agresores con ella, envenenándola con todos los desechos de este consumismo ecocida” (p. 14).

El libro desarrolla la pérdida en torno a las tradiciones y costumbres identitarias de los pueblos originarios que coexisten en una realidad trastocada por los procesos de colonización que implican, especialmente, un empobrecimiento. Los personajes de cada historia comparten una condición marginada que conlleva una situación de denotada carencia. Ejemplo de lo anterior lo encontramos de manera exponencial en el cuento “Hasta la vida cuesta”, una suerte de picaresca contemporánea, donde el personaje Poliducto Huacuja experimenta la voz de la muerte y repasa una vida determinada por el dolor, la violencia, el hambre y la falta de vínculos.

No obstante, la pérdida no sólo es tangible sino también inmaterial. El desgaste de la memoria surge en los cuentos como un tema central que se refleja en la disolución de saberes que, generacionalmente, van disminuyendo. En el relato “El cuentero”, Martina, quien es la personaje principal, se niega a escuchar las historias de su abuelo y recibe las tradiciones ancestrales sólo por medio de la superstición y de la duda. También existe una necesidad por preservar la identidad conformada en la memoria colectiva, como en el cuento “El costo de la brujería”, donde Xma Ben desea fervientemente transmitir a alguien de su familia sus conocimientos en torno a la brujería.

El recuerdo también subyace en “Un tal Padilla”, donde se rescata el suceso histórico por medio de una narración que se apega a la crónica ensayística. Si bien se trata de un personaje ficcionalizado, Feliciano Padilla Vázquez, en la disertación inicial se sigue una reflexión histórica del despojo colonial que sufrió la identidad maya.

Para Marisol Ceh Moo, los pasos perdidos refieren al regreso, a la reminiscencia de lo no nombrado, lo invisibilizado o lo históricamente perdido; transcurre entre la memoria colectiva en sinergia con lo contemporáneo: preguntarse de dónde viene para saber a dónde dirigirse. Así, la escritura en Pasos perdidos resignifica la literatura como el vehículo predilecto de la memoria para cuidar los caminos ya andados.

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