RADIO HUAYACOCOTLA SE EXPANDE AL AIRE / 322 — ojarasca Ojarasca
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RADIO HUAYACOCOTLA SE EXPANDE AL AIRE / 322

HERMANN BELLINGHAUSEN

Huayacocotla, Veracuz, 20 de enero. Hay discretos prodigios en las montañas de México. Uno de ellos es Radio Huaya, la estación radial campesina y comunitaria más, o la casi más, antigua: 58 años al aire. Apenas por unos meses la antecedió Radio Teocelo, que opera no lejos de aquí. Hoy fueron inauguradas sus nuevas instalaciones en el centro de Huayacocotla, campirana ciudad ubicada al norte de Veracruz. El edificio sencillo y hermoso que parece hecho de madera y vidrio, mas sostenido por una sólida construcción notablemente ligera y funcional, se antoja buena plataforma para salir al aire. La señal que inició transmisiones en 1965, cuando la sierra estaba casi escondida en los mapas, a estas alturas del siglo XXI constituye algo más que una radiodifusora, es todo un foco de información y cultura independientes con fuerte acento social.

“Bastión de la resistencia cultural”, la define el blog de los jesuitas “En todo amar y servir”. Desde hace décadas, la orden religiosa se ocupa de un proyecto de comunicación que alcanza la Sierra Norte de Veracruz, las Huastecas hidalguense y potosina, parte de la Sierra Norte de Puebla, el sur de Tamaulipas y algunos municipios de la Sierra Gorda de Querétaro. Su audiencia se calcula en medio millón de personas en la región y en 30 estados de Estados Unidos, donde los migrantes la sintonizan en línea. Estación multilingüe, emite noticieros, recados, relatos tradicionales, programas, música y expresiones culturales en náhuatl, otomí (ñuhú), tepehua y castellano.

La celebración inaugural de la nueva Radio Huaya, La Voz Campesina, permitió ver a qué grado ha sido emancipadora y estimulante para los pueblos originarios de una vasta región. No sólo por la variedad de las delegaciones comunitarias y ejidales asistentes, sino por la elocuencia de su gratitud que, para casi todos los que vinieron hoy, abarca la vida entera. Desde la infancia Radio Huaya es la banda sonora de sus días.

Es el caso de Anita Flores Flores, primera mujer que ocupó un cargo ejidal en la región, al ser comisariada ejidal de la comunidad Cerro de Zocohuite en 1998. Durante muchos años trabajó como locutora de esta radio indígena, todos conocen su voz. Al hablar para la concurrencia recuerda: “De niña soñé con ser su locutora cuando la escuchaban en mi casa. Y se me cumplió”. Ella ha sido parte de la experiencia radial que se materializa en la nueva sede. “Oíamos Radio Huaya con un pedazo de alambre por antena”. Hoy lo hacen miles de indígenas trabajando en Queens, Nueva Jersey, Carolina del Norte, el estado de Washington y muchas entidades de la Unión Americana, lo mismo que las comunidades de su origen.

Amalia Sánchez Alonso se presenta desafiante: “Soy de Texcatepec, y aunque me vea como sea, soy la presidenta municipal”. Otomí de corta estatura, nació “hace 64 años hoy”, o sea que es su cumpleaños. Como tantos y tantas, ha escuchado y se ha educado la vida entera en Radio Huaya.

Verónica Villa, actual colaboradora de la radio, escribió recientemente en Desinformémonos que la difusora “mantiene la comunicación entre poblaciones y familias cuando las devastan los huracanes o las confinan las pandemias; avisa de los derrumbes de puentes y caminos, de los bosques incendiados por el cambio climático o saqueados por los talamontes”. Recordó que La Voz Campesina “se escucha en las cocinas de restaurantes griegos o italianos en Nueva York, donde migrantes ñuhú se enteran de lo que acontece en sus pueblos o con sus parientes mientras desempeñan sus larguísimas jornadas de lavaplatos y otros quehaceres”. La programación “está diseñada con tal cariño que la gente se siente acompañada desde el alba, ‘cuando el gallo canta’, hasta que se apaga el fogón y la transmisión cede la palabra a los grillos”.

Asisten al evento viejos aliados de la emisora, como Fernando Chamizo, ex director de Radio UNAM y actualmente funcionario en el sistema público de radio y televisión. También el provincial de los jesuitas, Luis Gerardo Moro Madrid, y el polémico rector de la Universidad Iberoamericana en Puebla, Mario Patrón, quien se ha destacado por su defensa de los derechos humanos y escribió días después en La Jornada:

A contracorriente del creciente desuso de la radio tradicional y su remplazo por aplicaciones de reproducción de música y por el formato de podcast, Radio Huaya ha apostado por fortalecer su proyecto y construir sus nuevas instalaciones, con las que renueva un compromiso de casi seis décadas de historia al servicio de las necesidades de los pueblos campesinos. Sus nuevas instalaciones, además de albergar los espacios propios para la producción y la transmisión radiofónica, incluyen la sede del Comité de Derechos Humanos Sierra Norte de Veracruz, así como un albergue para los voluntarios, practicantes universitarios e integrantes de las comunidades del interior de la sierra que colaboran con la radio comunitaria. La inauguración de este centro supone una apuesta por el modelo de la radio comunitaria, por considerarla un potente eje de articulación de las comunidades en los entornos rurales para resistir la marginación a la que les ha condenado el sistema social y económico predominante.

La difusora es parte de Fomento Cultural y Educativo, organización a cargo de los proyectos sociales de la Compañía de Jesús, cuya misión indígena aquí la conforman Alfredo Zepeda, colaborador de Ojarasca y autor del libro La palabra alcanza lejos (2021), Sergio Cobo, director de la radio, y Raúl Cervera.

Radio Huaya ha documentado durante décadas el avance de los pueblos originarios en el país. Las denuncias. Las resistencias ejemplares. Siempre atenta a los mensajes y los sucesos del movimiento zapatista de Chiapas, a la información de medios como La Jornada, Ojarasca, Radio UNAM, Desinformémonos, sus propias fuentes periodísticas y la red de radios comunitarias que, contra viento, marea, intereses políticos y comerciales y prejuicios, se mantienen en México. Participa en la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Radiofónica (ALER) desde su fundación en 1972, la cual agrupa más de 80 radiodifusoras en América Latina.

Según la UNESCO, en México existen mil 500 frecuencias de uso comercial, y sólo 140 son radios comunitarias con concesión; 18 son radios indígenas. Los dos últimos grupos han sido perseguidos y clasurados. La Asociación Mundial de Radios Comunitarias contabliza 62 radios comunitarias en México, las cuales, “gracias a la batalla que libraron entre 2002 y 2005, en 2013 lograron su reconocimiento”, si bien enfrentan varios retos, “desde los costos de mantenimiento y transmisión, hasta los cambios tecnológicos que se están registrando”.

En la celebración, modesta pero musical, misa incluida, participan personas y autoridades de Ixhuatlán de Madero, Texcatepec, Amaxac, Zocohuitla (vanguardia en la resistencia a la minería en estas montañas). De Cerro de Zocohuite se dice que vino “el ejido completo”. Hay gente de Hidalgo, Puebla y la Ciudad de México.

Al celebrar la nueva etapa de Radio Huaya, La Voz Campesina, el blog antes citado refiere que, a través de la frecuencia 105.5 FM, “continúa promoviendo la defensa de la Tierra y el territorio, derechos humanos, iniciativas de economía social, justicia, equidad de género, cultura, lenguas indígenas y el acompañamiento a las y los migrantes y sus familias”.

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