Durante la última guerra, la gente de la Ribera Occidental (Cisjordania) marcaba al azar números de Gaza para prestar un oído (2011)
1. Crucé retenes cada día cargando una caja de mandarinas.
Creyendo dominar mi entereza le menté la madre a la ocupación
(sin levantar en realidad el dedo).
Solía decir para las cámaras que somos palestinos,
sabemos cómo vivir.
Ahora que el misil toca a la puerta pienso
“debí quedarme en casa”.
2. Cuando estaba en secundaria conocí a un tipo que murió.
Se resbaló en la regadera.
Una escoba le atravesó el estómago.
3. Sí, hice trampa en el examen de historia,
¿cómo esperaban que aprendiera toda esa basura
sobre el Imperio Otomano que nos arrastró 400 años atrás?
¿Saben qué? Por su culpa soy tan mala en matemáticas.
4. Con las penurias viene el consuelo,
con las penurias viene el consuelo.
5. Amé el aire,
amé el aire
pero preferiría mil puñaladas
a sucumbir ante esa gente de sombreritos
abrazando un muro
con la frente.
6. Cuando me dijeron “fue niña”
lloré.
Trajeron dulces, chocolates,
me limpiaron las lágrimas mientras la dejaba
chuparme el pezón.
Preferiría oír tronar su esqueleto
antes que su himen.
7. Mi tío veía cosas:
la batalla de Argel,
soldados ingleses con espadas,
Cleopatra bronceándose en el Nilo.
Él dijo que al alzar Dios el velo
de su rostro
se condenó a ver demasiado.
8. Cuando me detuvieron en la frontera
uno dijo: “trabaja para nosotros y te protegeremos”.
No quise dinero sucio,
no quise que la peste de los cadáveres
se enconara en mi cerebro.
No quise que nadie me advirtiera
antes de tirar la bomba.
Quería morir dignamente.
Ahora lo estoy reconsiderando.
9. Me prometiste una patria
pero me bastó con el pan.
Yo habría despertado
arrancando una flor para mi vestido
y horneado espinacas en la harina
que brota del corazón
del rocío.
Me encantaba el té con menta,
ponerle azúcar
y los pequeños sentimientos
que yo pudiera atesorar.
Ahora yaces envuelto en una oficina
llena de gente que ondea letreros de victoria
y estoy sola.
10. Gaza es para la resilencia.
Gaza es para gente
dura como piedra.
Gaza es para quienes pueden
atravesar la mierda.
Gaza es para los que huelen
como el agua estancada.
Soy una barca.
11. Si no tuviera una cabeza sobre los anchos hombros
y el sueño de largarme de este lugar
te hubiese amado.
12. Aquellos que creen
no lloran
13. Hay una ventana
acomodándose a mi arcoiris.
Soy una naranja,
una cáscara contra un árbol
pero no tengo miedo.
La gente habla de la muerte
como si fuera algo complicado,
la dentadura de un cuchillo
estéril de sangre.
Soy verde,
un manchón de pasto en el desierto
que brota en primavera.
Después
el amanecer es diferente
pero me he vuelto experta
en esperar.
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Tala Abu Rameh, escritora, terapeuta y traductora radicada en Nueva York, hija de un refugiado palestino y una desplazada interna, creció entre Palestina y Jordania. Editora de This Week In Palestine, ha sido colaboradora en las revistas Mashalla News (Beirut), [whenever] (Nueva York) y Policy In Focus, donde se publicó este poema (7/07/2011), titulado Talephone. Escritos suyos fueron incluidos en Time You Let Me In: 25 Poets under 25 (selección de Naomi Shihab Nye) y We Call to the Eye & to the Night: Love Poems by Writers of Arab Descent (Persea Books, 2023).
Traducción del inglés: Hermann Bellinghausen