OFRENDA HUASTECA. LAS CHOCAS DE MI TIERRA
PAKO ESTRADA
Flores de palma, flor de izote, platillo tradicional del
altiplano tamaulipeco.
¡Mira nomás, la Madre Tierra se ha lucido!
Desde los montes del Janambre, allá entre cardos y
espinos donde florece la anacahuita, el huizache y el
mezquite, allá donde las Magüiras acaparan mariposas para
que libren su miel y el viento libre incarente de cambios
sopla refrescante en la cabeza del indio pame que baja la
cuesta de la pirinola dejando atrás la meza de Mapota y
el legendario Raizudo, destellos ilusorios de una bonanza
perdida... de allá donde ha de nacer la historia que perpetúe
la insigne estirpe de mis ancestros, de allá donde corre el
arroyo claro que nace en el encinito de allá...
Del corazón tallandero la ilusión sublime de encontrar la
chocha en flor o tierno capullo, que con un diente de ajo
sazone cocida al vapor entre pencas de nopal reseco. Una
gorda gruesa, un grano de sal y un trago de agua de la tinaja
de Don Pancho. Bendita la Madre Tierra que enjugó en su
polvo mis pies.
Hermosa Chocha Janambre, te huelo y hueles a miel,
amarga miel que el recuerdo vivido me hace tener. Soñé
volar por el aire mientras bajaba hacia Chiwe y corté
biznagas y tunas, tepolillas y garambullos y hoy que del
seno tuyo muy lejos me encuentro veo, que no porque no te
veo la cara que vi primero, no pueda decir te quiero, si estoy
sintiendo tu amor.