CHERÁN, CATORCE AÑOS DE AUTONOMÍA A PRUEBA DE BALAS
“Denunciamos con rabia los hechos violentos que constituyen una agresión directa, brutal y predeterminada contra nuestra autonomía como comunidad originaria. Esto no fue un simple ataque armado, es la demostración de que el gobierno del estado de Michoacán y el gobierno federal han decidido abandonar deliberadamente su deber de proteger a los pueblos indígenas, y en los hechos han permitido que el crimen organizado invada, aterrorice y ponga en riesgo la vida de nuestra comunidad”, señaló un representante de la comunidad purhépecha de Cherán, durante la movilización realizada en Morelia a una semana del ataque armado de un grupo vinculado al crimen organizado que intentó ingresar a su comunidad el pasado 2 de julio.
Entre el 2 y 9 de julio una cascada de pronunciamientos nacionales e internacionales se solidarizó con esta comunidad de la meseta purhépecha de 20 mil habitantes, que se organizó en 2011 para enfrentar a los talamontes vinculados a las mafias que operan en la región, las mismas que ya habían destruido 15 mil de las 20 mil hectáreas de su territorio. Al calor de la insurrección, declararon a esta reportera: “Ya no nos vamos a dejar”, y eso hicieron durante los últimos 14 años.
La gota que derramó el vaso aquella mañana del 15 de abril de 2011 fue que les derribaron árboles en el ojo de agua La Cofradía, que históricamente abastece a la comunidad. “A partir de ese momento el conflicto se intensificó hasta el punto del asesinato de dos compañeros y un herido, agredidos cuando nos movilizamos para impedir el paso de los vehículos cargados de madera”, explicaron en su momento. En estos años las amenazas no cesaron, pero la Ronda Comunitaria y su proceso autonómico rindieron frutos, pues el crimen organizado no había intentado una ofensiva como la del 2 de julio pasado.
Desde el inicio se plantearon la organización para proteger su comunidad, los bosques y la búsqueda de la justicia. Y es justo lo que llegaron a reclamar el 9 de julio de 2025 frente al palacio de gobierno michoacano, pues la agresión, dijeron, “vulnera de manera flagrante nuestro derecho a defendernos conforme a nuestros usos y costumbres”. Y esto, advirtieron, “no quedará impune. No vamos a tolerar más abandono. Volvimos para exigir justicia plena, respeto a nuestra autonomía y garantías para la reconstitución de nuestro territorio ancestral”.
Ante las declaraciones del gobierno estatal encabezado por Alfredo Ramírez Bedolla, quien a través de su secretario descalificó el ataque señalando que se trató de “un conflicto entre comunidades”, los comuneros fueron tajantes: “Es absolutamente falso que los enfrentamientos hayan sido entre integrantes de nuestra comunidad. No estamos enfrentándonos entre nosotros. No estamos divididos. El enemigo está afuera y se llama crimen organizado, y ese enemigo ha sido alimentado y solapado por gobiernos cobardes, incapaces o vendidos que no sólo no protegen a las comunidades, sino que obstaculizan nuestra capacidad de defenderlas”. Minimizar o negar el ataque, señalaron, agrava la violencia y pone aún más en riesgo a la comunidad.
Durante más de una década la comunidad de Cherán se convirtió en un referente de construcción de autonomía, no sólo en materia de seguridad y justicia, sino de una variedad de emprendimientos para fortalecerse como pueblo, incluyendo sus propios medios de comunicación. Por eso, consideran, “la omisión de Estado no es casual, sino una estrategia para desarticular la organización comunal y mantenernos vulnerables”.
Hoy las exigencias son claras: justicia para los caídos “por defender la vida” del 2011 a la fecha; garantías de seguridad social y salarios dignos para las rondas comunitarias “que le están haciendo frente al crimen organizado, al cual ni las mismas fuerzas del Estado le hacen frente”; justicia para sus territorios, pues la comunidad ha emprendido las campañas de reforestación y plagas sin el apoyo requerido; y atención integral para la comunidad que incluya, entre otros servicios urgentes, un hospital para la región.
Cherán, como desde el inicio del conflicto y posterior construcción de su autonomía, continuará llevando adelante su autogobierno y su rechazo a los partidos políticos, y este es el motivo, dijeron, por el que los atacan. “Pero aquí nadie se raja”.
QUE EL ESTADO MEXICANO SE HAGA RESPONSABLE
Cientos de pueblos y organizaciones indígenas, colectivos, periodistas, académicos, artistas e intelectuales de México y otras partes del mundo condenaron el ataque armado contra la comunidad autónoma de Cherán K’eri, y exigieron al Estado mexicano “que se haga responsable en la búsqueda de justicia y reparación” de los daños.
“Este ataque constituye una agresión directa a la autonomía de Cherán y no es un evento aislado”, reiteraron los pueblos, activistas y centros de derechos humanos en un pronunciamiento en el que coincidieron en que la agresión armada “se inscribe en un escenario donde el crimen organizado opera con impunidad en distintos territorios de Michoacán, amenazando los proyectos políticos comunitarios que le hacen frente y que se constituyen como obstáculos en su proceso de concentración de poder económico y político”.
Actualmente, se advierte en el pronunciamiento solidario, cuando “parte de la agenda indígena ha sido escalada en altos niveles políticos, es irrisorio que los órganos públicos no puedan asegurar las condiciones territoriales mínimas que les competen para el desarrollo digno de los autogobiernos, cuestión que devela vacíos alarmantes en la materia”.
Michoacán, escribe la activista Malely Linares Sánchez en Desinformémonos, vive “un recrudecimiento brutal de la violencia con más de 500 homicidios dolosos hasta junio de 2025, el asesinato de seis alcaldes en cuatro años, explosivos lanzados con drones, secuestros, desplazamientos forzados y comunidades enteras convertidas en botín de guerra para los cárteles. Las regiones de Uruapan, Zamora, Apatzingán o Tepalcatepec son ejemplos trágicos de cómo el Estado ha abandonado su papel de garante y se ha replegado o aliado, a veces tácitamente, con los intereses del capital armado”.
“Si cae Cherán, caeremos todos en cascada”, remataron en la movilización del 9 de julio.