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EL CORAZÓN EN COTACACHI

ERIKA ARTEAGA CRUZ QUITO

ECUADOR, LUEGO DE LA NOCHE INFERNAL EN QUE 8 MIL EFECTIVOS MILITARES INVADIERON HOGARES, CASAS Y COMUNAS EN IMBABURA, TRATÁNDOLOS COMO SI FUERAN EL CÁRTEL DE SINALOA

29 de septiembre de 2025

El paro nacional inició con el anuncio de la subida del costo de la vida que implica el decreto ejecutivo 126 de retirar el subsidio al diésel. Con ello suben (y duplicarán hasta enero) los costos no sólo de transporte público, sino también de alimentos. La vida ya es más cara a sólo tres semanas del decreto.

Noboa no respeta el Estado de Derecho; no respeta ni el Derecho Internacional como lo demostró con la invasión de la embajada de México. Como clase alta de Guayaquil —la Miami del Ecuador—, vive en una burbuja, acostumbrado a hacer su voluntad, desde la hacienda bananera. No sólo acosa con 47 juicios a la madre de su hija para imposibilitarle verla, sino que también persigue a la Corte Constitucional para que obedezca. La Corte ha intentado cumplir su función: decir si la ametralladora de decretos ejecutivos con los que gobierna y el accionar de la asamblea con mayoría noboísta están acorde a la Constitución del 2008. Noboa cerca a la Corte con amenaza de bomba. Utilizando maniqueamente el discurso de “guerra interna” que instauró en enero del 2023, manipula los poderes del Estado para llamar a una nueva consulta popular que mida su popularidad. En los hechos tenemos un gobierno en las redes sociales que se toma fotos, posa controlando la “corrupción”, entrega insumos en hospitales o “tractores” y otro gobierno en la realidad.

La salud y la educación están devastadas, 60 mil niños/as fuera del sistema educativo, y este año será el más violento de nuestra historia. Su “Plan Fénix” contra el terrorismo no ha funcionado, excepto si ejecutarlo implicaba perseguir a campesinos, mujeres, niños, profesores y aterrorizar al campo. El Estado se cae a pedazos no sólo por una falta de financiación producto de la firma del convenio con el FMI, sino por el quemimportismo de sus funcionarios (élite “educada” en la costa) que están tan desconectados de la realidad de la gente de a pie que formulan soluciones para el TikTok. Como escribe Sayri Arotingo de Cotacachi: En mayo de 2024, el gobierno entregó al FMI la carta de intención. En diciembre, este organismo felicitó los “avances sustanciales” en su agenda: aumento del IVA del 12% al 15%, reducción de subsidios a las gasolinas, planes de recorte en sueldos del sector público (despido de 5 mil funcionarios públicos), reforma al Banco de la Seguridad Social para usar los fondos de los afiliados. Su meta: eliminar subsidios al diésel, aumentar reservas y una nueva Constitución que facilite más reformas neoliberales.

Sólo en salud tenemos tasas bajas de vacunación durante más de dos años que desembocaron en brotes de tosferina; mientras en la Amazonía hubo una epidemia de leptospirosis en Taisha, rebrotes de malaria, dengue y otras. Su plan estrella para acabar con la desnutrición infantil no ha resultado: no hay desnutrición que pare con el incremento de la pobreza de niños y familias ecuatorianas. La campaña de comunicación y lavado de imagen de las instituciones estatales es notoria: controlan las redes y obligan a sus funcionarios a postear los “logros” nimios en sus redes personales. Noboa sobresale en vender y promocionar un país que no existe, a base del miedo y el odio al contrario.

El paro nacional inició el 22 de septiembre y el Movimiento Indígena Campesino de Cotopaxi (MICC) llamó a la ciudadanía a abastecerse. Noboa trasladó su sede a Cotopaxi y la sede de la Vicepresidencia a Imbabura, para retirar el foco de Quito. Colocó ambas sedes al norte y al sur de la capital. Cotopaxi inmediatamente se militariza, pero además toman el medio comunitario del MICC; este hecho se ha denunciado internacionalmente. Durante las mismas semanas persigue con fiscalía por “enriquecimiento ilícito” congelando cuentas personales bancarias, como si fuesen narcotraficantes, a defensores ambientales, de derechos y a dirigentes del movimiento indígena en general. Cincuenta y seis o más casos de persecución legal y económica de un solo plumazo y en variadas provincias: Azuay, Imbabura, Cotopaxi y la Amazonía.

Para el 23 de septiembre en Otavalo (Imbabura) se rechaza la presencia de la Vicepresidenta y se inician manifestaciones y bloqueos de la carretera en Otavalo, Cotacachi y varios puntos más en la E35 (Ilumán, Cajas, Huaycopungo, entre otros). En la Constitución consta el derecho a la resistencia, pero además esto es una defensa contra el empobrecimiento extremo del campo y la ciudad. La Conaie convoca a todas sus filiales a sumarse al PARO. En el caso de Imbabura, las bases de las comunas y la UNORCAC han sido las organizaciones que están organizando la esperanza. Lograron sacar a Noboa en una visita que hizo a Otavalo en helicóptero —pese a que ofrecía bonos de mil dólares. Llegó como si fuese a ir a Haití, rodeado de militares, tanques y con show de despliegue de fuerza; se fue entre abucheos.

Como el ego de los millonarios es frágil, Cotacachi y Otavalo están recibiendo todo el castigo que permite el monopolio de la fuerza del Estado. Para el día viernes, 26 militares trasladaban a 12 presos en las revueltas en las carreteras de Otavalo (algunos estaban sólo cruzando por el sitio) a cárceles en Esmeraldas y Portoviejo. Esto es amedrentamiento pues en la cárcel de Esmeraldas el día 25 de septiembre se registraron por lo menos 20 muertos con cercenamiento de cabezas y cuerpos. ¿Es la resistencia un crimen que merece la pena de muerte?

La militarización de Esmeraldas y los estados de excepción no han traído paz, han traído más guerra. Para el día sábado 27 invadieron viviendas, rompieron vidrios, intimidaron a niños, ancianos y asesinaron a Efraín Fuérez. En un asesinato grabado en video (https://www.facebook.com/ share/v/1Jm7bhFZrt/) se confirma el terrorismo de Estado. “Terrorismo es militares armados y entrenados bajando de un tanque para patear el cadáver del campesino al que asesinaron. Terrorismo es huir de la escena, sin siquiera mirar si seguía con vida. Terrorismo es militares moliendo a patadas a la persona que ayudaba al herido de bala. Terrorismo es que con tus impuestos se pague salario a militares que patean indígenas. Cuando la derecha te hable de terroristas, ya sabes qué quiere decir y a quiénes se refiere” (EAR Paro Nacional, 28 de septiembre 2025).

Antes luchábamos en lo material. Hoy la pelea también está en el espacio digital: cierran cuentas de TikTok, FB, Instagram, infiltran grupos de WhatsApp con policías y se instalan en nuestras computadoras, en nuestros WhatsApp; inhiben la señal de WiFi de las comunas a las que atacan para evitar reportes. Parecería que la Mossad está actuando en Ecuador con el ministro de Defensa y la ministra de gobierno con vínculos cercanos al sionismo.

El amedrentamiento incluye negar la atención en salud en servicios públicos a los heridos indígenas por el paro u obligar a la firma de altas voluntarias; interrogan a heridos y familiares en los servicios de salud. Hay temor.

El comandante que estuvo frente a la represión de Lasso en 2022 renunció ayer porque eran ya demasiadas las violaciones de derechos humanos; se han registrado videos de militares enfrentándose entre sí el día de ayer; no todos estaban dispuestos a tirar a matar a sus propios padres, tíos o hermanos.

El financiamiento de esta resistencia, tal como en 2019 y 2022, es del pueblo. Se cae el discurso de que la revolución ciudadana financia estas movilizaciones porque sus cuadros no han salido a las calles; de hecho, Correa está enfocado en la potencial Asamblea Constituyente.

Escribir esto en medio del dolor y de una semana entera sin dormir por el Terrorismo de Estado es difícil; no más difícil que lo que hacen mis compañeras parteras en Cotacachi. Quienes reciben la vida ahora están abocadas a acompañar en la muerte: comuneras parteras que vieron a tres metros los balazos que recibió Efraín Fuérez y dirigentas valientas que acompañaron ayer su cuerpo a la capital de provincia para que no se distorsionen los hechos en el levantamiento del cadáver.

En Ecuador no podemos darnos el lujo de tener miedo. La batalla es por la esperanza y porque el mundo vea que, después de quinientos años, ellos y ellas siguen peleando por sus vidas, por sus derechos y por los nuestros.

“Nunca de rodillas”: Blanquita Chancosa, dirigente histórica de la Conaie. ¡RIKCHARI ECUADOR!

https://www.youtube.com/watch?v=JdbZNeQ-Apo&t=4s

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