Si hablamos de booms gastronómicos recientes, el mezcal es lo primero que viene a la cabeza. Y ese referente nos conduce siempre a la bella Oaxaca, meca del mezcal por su variedad genética de agaves. Se ignora, entonces, que hay otras regiones del país, si no es que casi todo el territorio mexicano, que producen variedades de mezcales, por supuesto menos conocidas y muy diferentes a las oaxaqueñas.